Rampa varadero en construcción en s'Estany des Peix. | Guillermo Romaní

Formentera está llevando a cabo la construcción de una rampa varadero en s'Estany des Peix, junto a la bocana pero por la parte exterior de la misma, para hacer posible que los propietarios de embarcaciones tradicionales de pequeña eslora, hasta 8 metros, dispongan de puntos para lanzar o retirar las embarcaciones con total seguridad al mar. Se trata de la primera de las tres prometidas desde hace varios años y que, por fin se comenzó a construir hace casi tres meses, pero la marcha de los trabajos no parece que se lleve a muy buen ritmo.
Lo peor es que las promesas públicas del pasado año indicaban, en boca de la consellera de Medi Ambient y responsable del Litoral, Silvia Tur, que en octubre de 2009 se dispondría de tres rampas varadero públicas señalando que una de ellas estaría en s'Estany des Peix, otra en Migjorn, en la zona de es Arenals y una tercera que se preveía en las casetas varadero de Rocabella en es Pujols, pero que probablemente se reubicaría. El coste de las mismas en ese momento era de casi 74.820€ y Tur decía que en octubre de 2009 ya estarían en funcionamiento «complementándose con un sector en tierra para que los vehículos con remolque puedan acercarse a la línea de agua para maniobrar con las embarcaciones tradicioanles, xalanes o llaüts», decía Tur el 24 de julio del pasado año.

Características
El proyecto indica que cada una de las rampas estará formada por un total de 5 módulos de 4 x 4 metros, que conformarán una longitud de 21 metros y que además de permitir el acceso y salida de las embarcaciones desde el agua a la tierra y a la inversa, el sistema está pensado para aguantar el peso de un vehículo de hasta 3,5Tm más un remolque en el que albergar la embarcación.
Sorprende no obstante que de tres trampas se haya pasado a dos, sin explicaciones oficiales, que haya subido el precio más de un 10% en la habilitación de las mismas pese a reducirse de tres a dos, y que en el caso de la que se está construyendo en s'Estany des Peix, con tres meses de trabajo presenta pocos progresos y no hay fecha de su entrada en funcionamiento; lo peor es que según fuentes oficiosas el proyecto realizado sobre tierra no habría tenido en cuenta algunas circunstancias geomorfológicas de la zona marítima y que la rampa tendría a poca distancia una 'seca' que dificultaría su uso en determinadas condiciones de mar.