Un año más, el protector solar, las gafas de sol, una botella de agua bien 'fresquita' y un buen libro son los imprescindibles para pasar un buen día de sol y playa. Si a esto se le suma una cómoda hamaca, un servicio amable y eficaz y fácil acceso a la playa el día es perfecto.
La verdad es que la playa está llena de personas de todo tipo. Desde los que buscan la marcha a los que vienen en plan relax o los que llegan acompañados con niños, pero para todos hay siete cosas clásicas que hay que meter en la bolsa de playa.
Los imprescindibles varían según las necesidades de los turistas. Los que vienen a dormir por la intensa noche anterior precisan de una cómoda hamaca, sus modernas gafas de sol y su crema bronceadora. «Esto garantiza un día adorable», nos dice de forma entusiasmada Alexander.
En cambio, Martín de San Sebastián, resguardado bajo una sombrilla, cree que no se puede disfrutar mejor de un día de playa que con un buen libro con el que desconectar y relajarse.
Cuando se viene con niños a la playa las necesidades cambian bastante, y es que lo que se busca en esta situación es que te faciliten la tarea, por eso Anna, de una ciudad cerca de Torino pero afincada en Eivissa, agradece los accesos a las playas para bañase con niños, la cercanía del parking y la comodidad de las reservas de las hamacas en la playa.
Hay otros que lo tienen muy claro, como Mireya: «Lo imprescindible para estar a gusto en un día caluroso de playa es una botella de agua bien fresquita», asegura.
Ahora bien, se viene diciendo desde hace bastante tiempo y cada vez con más frecuencia que el sol cada vez es peor para la piel, pero la moda obliga a que estemos morenos y es cierto que nos vemos mucho más favorecidos cuando estamos bronceados. Por esto cuando estemos bajo el sol debemos tomar las precauciones adecuadas, así que todo el mundo coincide en que lo más importante a la hora de estar bajo el sol es no exponerse en la horas de máximo calor, resguardarse bajo un sombrilla, contar con una botella de agua y darse crema bronceadora.
Entre los más exigentes, lo imprescindible a la hora de ir a la playa es que el servicio sea amable y eficaz. «La calidad del servicio baja en la época en la que hay más turistas, por eso la amabilidad y la eficacia en esta época es de reconocer», puntualizó Garri, un turista de Bélgica.
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