Los participantes al evento posaban momentos antes de empezar a preparar sus sangrías particulares. | EVA GOMEZ

Una buena sangría debe tener un buen equilibrio entre sabores, no ser demasiado dulce, que ningún licor predomine sobre otro...», comentaba durante la tarde de ayer Daniel Martínez, vicepresidente de la delegación de Eivissa y Formentera de la Asociación de Barmen de Balears.

Ses Figueretes acogió ayer el primer concurso de sangrías que se celebra en la isla a cargo de esta delegación, que se decantó por esta opción por varios motivos. «Nuestro objetivo es demostrar que la coctelería puede avanzar y también fomentar que la gente vuelva a beber cócteles», explicaba Juan Carlos Cortez, presidente de la delegación.

Cinco fueron los participantes que se atrevieron a mostrar sus habilidades como barman en el Xiringuito de ses Figueretes. Leo, uno de ellos, comentaba antes de empezar que esta profesión es algo que lleva en la sangre: «Soy barman desde hace 8 años y me encanta hacer cócteles para la gente. Mi objetivo no es ganar millones con esto, sino que me basta con la sonrisa de la gente».

Daniel reconocía que la acogida que ha tenido el concurso es buena: «Todos nuestros concursantes son profesionales. No era un requisito necesario pero ha coincidido así. Yo mismo también participo en el concurso».

Mientras en el Xiringuito se recopilaba todo lo necesario para hacer la sangría, algunos hacían malabares con las botellas. Juan Carlos añadía que «es fundamental que un barman tenga un buen manejo del material, que sea elegante y limpio. Aparte de la sangría, también se mira el entorno».

Tres eran los miembros del jurado: dos de degustación y uno de técnica. Después de todas las actuaciones, estas tres personas decidieron que el mejor ayer fue Stefano, que cerca de las nueve de la noche sonreía mostrando su trofeo de vencedor.