Una vista de Cala Salada desde el mar, cuyo solarium presenta una imagen rocosa.

El Ayuntamiento de Sant Antoni quiere transvasar de Cala Saladeta a Cala Salada 3.000 m3 de arena para recuperar así el sedimento que las corrientes han trasladado de una playa a la otra.

El proyecto supone extraer la arena desde un banco sumergido a 100 metros de profundidad en Cala Saladeta ya que, según indica un primer estudio elaborado por el Consistorio, realizar un transvase de arena «proveniente de otra zona generaría una acumulación innecesaria y perjudicial para el ecosistema, modificando la dinámica actual existente».

El informe presentado por el Ayuntamiento a la Demarcación de Costas para que permita esta operación explica que Cala Salada «está formada originariamente por cantos rodados sobre las cuáles se han ido haciendo sucesivas aportaciones de material más fino». Sin embargo, «las condiciones oceanográficas y la tipología de la costa hacen que Cala Salada vaya perdiendo de manera natural su sedimento aportado, siendo éste transportado Cala Saladeta». Como consecuencia, en la cala han quedado al descubierto capas de cantos rodados y grandes piedras.

Según explicó el técnico de Medio Ambiente, Diego Ponce, «el sistema de dinámica del litoral en esta zona provoca que la arena se traslade naturalmente de una cala a la otra». «Lo que demuestra el estudio es que la arena se pierde de Cala Salada y termina en Cala Sadeta, y que a su vez, Cala Saladeta no tiene una pérdida. También demuestra que no existe una regeneración exterior de Cala Salada y ni tampoco una recirculación de una a otra», destacó. «Por lo tanto, si queremos hacer esta recirculación hay que hacerla forzada», agregó.

El Consistorio quiere realizar este transvase para que Cala Salada recupere arena antes de la próxima temporada pero Costas le ha pedido más documentación técnica. Se trata de un estudio más específico sobre la evolución del litoral a corto plazo que, según explicó Ponce, «es obligatorio por ley para dar este tipo de autorizaciones».