La consellera Marga Torres, flanqueada por Joan Boned y Miquel Àngel Frau, durante la rueda de prensa de ayer en el Consell d'Eivissa.

La consellera de Política Agrícola, Marga Torres, el responsable de Qualitat Agroalimentària del Govern balear, Miquel Àngel Frau, y el presidente de la Asociación de Viticultores i Bodegueros de Eivissa, Joan Boned, dieron a conocer ayer las cifras de producción y comercialización de los vinos de la tierra registradas a lo largo del pasado año.

En este sentido, la producción de uva durante el pasado año aumentó en un 17,8 por ciento respecto al ejercicio anterior con un total de 177.409 kilos de uva de las que más de 135.000 fue negra, mientras que los 42.000 restante correspondió a la producción de uva blanca. Asimismo, la producción de vino también aumentó en un 26,8 por ciento, gracias a la importancia del vino rosado, que registró un incremento del 58,2 por ciento, frente al vino negro con un aumento del 29 por ciento y el vino blanco con un 2,9 por ciento.

A pesar de estas cifras y de haber sido una «buena cosecha, la segunda mejor desde 2006», según indicó Frau, la comercialización bajó en un 6,3 por ciento en comparación con el ejercicio anterior. En cuanto a las tipologías de vino hay que destacar el aumento de la comercialización del caldo rosado, que aumentó en un 19,5 por ciento respecto a 2008 mientras que la evolución en los últimos seis años demuestra que ha experimentado un incremento del 100,5%. El resto de tipologías de vinos descendieron en un 10 por ciento en el caso del negro y en un 11,4 por ciento en el vino blanco.

Francia, único destino

En cuanto a los mercados donde se comercializan estos vinos, el responsable de Qualitat Agroalimentària del Govern balear destacó que de los 727 hectolitros exportados a lo largo del pasado año, la mayoría se destinaron al resto de Balears (709 hl), mientras que otros 16 hectolitros se destinaron a países de la Unión Europea, la mayoría a Francia.

Miquel Àngel Frau apuntó que esta bajada en el consumo se experimenta en los establecimientos de restauración mientras que a nivel doméstico las cifras se incrementan. Los motivos, según Frau, son las nuevas medidas de seguridad vial y las sanciones que conlleva el consumo de alcohol en la conducción así como los precios que se ofrecen en los establecimientos de restauración y hostelería. Y es que, según apuntó el responsable del Govern balear, los precios del Vi de la Terra aumentan en un 170 por ciento.

Frau también explicó que sólo el 36 por ciento de los establecimientos de hostelería y restauración cuentan con el Vi de la Terra, por lo que reclamó la «implicación» de los empresarios para dar a conocer el producto de la Isla. De hecho, sólo el 35% de éstos recomienda el vino siempre o casi siempre. Según Frau, los restauradores eligen el vino en función de la rentabilidad aunque desde el Govern balear señalan que el precio del Vi de la Terra, que ronda los 4 euros, «es un precio que se encuentra dentro de la media de los caldos de calidad».

Los productores, preocupados por la proliferación de marcas no identificadas

El presidente de la Asociación de Vinicultores y Bodegueros de Eivissa, Joan Boned, mostró su preocupación por la proliferación de vinos que no están identificados y que no cumplen con los requisitos necesarios para tener una marca de calidad. En este sentido, Boned apuntó que en los últimos años han aparecido caldos «que a pesar de poner que son de Eivissa, no están identificados en todo su proceso», señaló. Asimismo, criticó que estas marcas sin registrar ofrecen precios «con los que no se puede competir» y para ello solicitó la colaboración tanto de los restauradores como de los consumidores.

Frau indicó que desde el Govern balear se realizan controles rutinarios con el fin de vigilar el «buen uso de la marca». «Que intenten imitar las marcas es algo frecuente», apuntó el responsable de Qualitat Agroalimentària del Govern balear. Boned destacó el trabajo que se realiza desde el sector vinícola «al colaborar con el cuidado de la tierra y a mantener el paisaje», señaló.

De hecho, el Vi de la Terra se somete a diferentes controles con el fin de garantizar que todo el proceso se hace en Eivissa, desde el cultivo de la uva hasta la comercialización. Actualmente hay cuatro elaboradores que son Sa Cova, Can Rich de Buscastell, Can Maymó y Tome Wines.