El actor Miguel Àngel Muñoz, minutos antes de la entrevista. | ARGUIÑE ESCANDÓN

Descubrió Eivissa gracias a un amigo y desde entonces, hace ya nueve años, regresa siempre que puede para disfrutar de su tiempo libre en calas recónditas donde consigue pasar desapercibido a los ojos más indiscretos. Miguel Àngel Muñoz, que dejó su pasión por el fútbol para empezar su carrera como actor, asegura que no le gusta salir de fiesta a las discotecas, aunque se confiesa un seguidor acérrimo de la fiesta del agua diurna de la discoteca Es Paradis. «Siempre que voy me lo paso muy bien porque me resulta muy divertida», explica este actor que en la actualidad se encuentra disfrutando del relax y la gastronomía de Eivissa después de acabar el rodaje de No controles, que se estrenará en diciembre de este año.

-¿Qué es lo que más te gusta de la isla?

-Aunque pueda parecer contradictorio, lo que más me atrae y motiva de estar aquí es la tranquilidad y el poder descansar. He estado en todas las Balears y me encantan. Entre mis playas preferidas está S'Estanyol, aunque tengo otras secretas a las que voy y sé que puedo estar tranquilo con mis amigos, sin ser fotografiado como en ses Salines. Alguna vez he ido, pero sé que si voy saldré en las revistas, entonces procuro no ir mucho porque no me gusta el mundo de la prensa rosa.

-Ya que lo menciona...¿qué le pasa por la cabeza cuando ve alguna imagen suya en las revistas de corazón?

-Procuro mantenerme al margen y no ver nada porque es la única manera de estar alejado de algo que no te gusta. Siempre hay alguien que me dice 'te he visto en tal revista', pero no voy a mirarlo porque es un círculo vicioso en el que si estás pendiente sobre lo que se dice de ti al final dejas de prestarle atención a tu lado más personal. En Eivissa se encuentra mucho este tipo de prensa, pero es normal porque es un sitio de moda. Evidentemente, no condicionas tu vida a si te hacen una foto o no, pero a quien no le gusta que hablen de su vida privada siempre intenta pasar más desapercibido.

-Antes de empezar como actor jugaba en alevines del Real Madrid

-Sí, así fue. Empecé mi carrera como actor haciendo un cásting, me dieron un papel y así fue como arrancó todo. Intenté compaginar mis dos pasiones, pero no pude. He de decir que no sé cómo soy de buen actor, pero mejor que futbolista seguro.

-El mes que viene estrena película, ¿cómo se sintió encarnando a Lope de Vega?

-Es una cinta muy importante, la mayor producción del año pasado con Pilar López de Ayala o Leonor Watling. Formar parte de ese elenco de actores es la bomba para mí. Mi personaje está en medio de un triángulo amoroso. Este proyecto lo compaginé el año pasado con el remake de Ben Hur. Estoy muy feliz porque son dos películas importantes, muy diferentes y con los que estoy muy satisfecho.

-¿Qué recuerdo le queda del boom televisivo de 'Un paso adelante'?

-Fueron tres años muy intensos en los que hacíamos muchas cosas. Estoy encantado de que la gente se acuerde de Rober; tengo un recuerdo muy bonito, como en todos los trabajos que participio. En el caso de Un paso adelante fue un boom en el que se juntó el fenómeno de la serie con la posterior salida del grupo a la vida real.

-Actor, bailarín y cantante, ¿en qué faceta se siente más cómodo?

-Yo soy actor de toda la vida y lo de cantante y bailarín surgió a raíz de UPA. Cuando entré no sabía cantar ni bailar. Me formé para ello y la verdad es que al principio no conseguía entonar, pero con mucho esfuerzo y trabajo conseguí cantar un poco. Aún así era consciente de que mi carrera como cantante se acabaría cuando terminara la serie y así fue. Tengo mucho mono de cantar y subirme al escenario, pero el talento no me acompaña.