El bailarín Jonathan Anzalone, ayer, minutos antes de la entrevista en Eivissa. | ESTEVE FRANQUESA

Con sólo 18 años decidió dejar su Italia natal para probar suerte en Los Àngeles. Allí aprendió a ser independiente y se presentó a algunas pruebas para participar en programas de baile. La suerte, sin embargo, le llegó el verano pasado en Eivissa, donde el bailarín Jonathan Anzalone pasó el primer cásting del concurso de televisión Fama, ¡a bailar!. Un año después, y con los 30.000 euros de beca en formación de baile aún por gastar, regresa a la isla donde consiguió la oportunidad de dar el salto a la fama y profesionalizarse como bailarín. Este verano, Jonathan ha trabajado en el videoclip que grabó la mediática Paris Hilton y colaborará con alguna discoteca más en lo que queda de temporada. Mientras tanto, disfruta del día, pero sobre todo de la noche porque «Eivissa es fiesta. La gente que viene aquí tiene que vivir a tope la noche en las discotecas».

-Han pasado siete meses desde que se alzó con el premio del concurso, ¿en qué ha cambiado su vida?

-Después del concurso he tenido muchas oportunidades para ganar dinero con discotecas y espectáculos. Antes de venir a Eivissa he estado viajando por Los Àngeles, donde tengo muchos amigos, e Italia para visitar a mi familia. Y ahora estoy aquí; prometí que volvería y he vuelto. Aún no he tenido tiempo de hacer los estudios de la beca del premio del concurso. No ha cambiado mucho mi vida; tengo muchos bolos y me encanta hacerlos porque los fans son mi vida. Sin ellos no soy nada.

-Esta temporada veraniega combina el trabajo con las vacaciones, ¿no?

-Sí, estuve trabajando para el videoclip que grabó Paris Hilton en Eivissa y ahora he decidido quedarme unos días más porque el año pasado estuve aquí con mi hermana y nos encantó. Aparte creo que haré alguna historia más con discotecas, pero aún no es del todo seguro.

-Jonathan Anzalone de día...

-Lo que más me gusta del día es descansar porque de noche voy de fiesta. También me gusta ir a playa para estar moreno y hacer algo de deporte al aire libre, como correr, hago mucho cardio porque un bailarín siempre tiene que estar en forma. No soy un chico que levanta pesas porque no soy gogó, soy bailarín.

-¿Qué diferencia hay entre un gogó y un bailarín?

-Hay diferencias. Para mí hay muy buenos gogós que bailan bien y que si quisieran podrían ser bailarines. No los desprestigio porque los gogós me caen muy bien. Yo fui gogó el año pasado porque no podía hacer otra cosa. Un bailarín tiene mucho trabajo detrás porque ensaya todo el día; hay mucho esfuerzo físico y si haces algo mal te puedes lesionar e ir al hospital. Gracias a Dios todavía no me he lesionado.

-Además del breakdance, ¿qué otros estilos de baile maneja ahora?

-El breakdance es de suelo y a mí me gusta ir arriba y bailar sensual sobre todo para excitar a las chicas con el jazz funk. Aprendí mucho con Rafa Méndez, que para mí es un amigo, muy buen profesor- y continúo en contacto con él.

-Ahora que menciona el tema de las féminas, ¿en Eivissa liga más o menos que en otros lugares?

-Aquí hay mucho famoso y gracias a Dios no me agobian tanto como en otros sitios de España. Aún así ligo demasiado y en todas partes: en las discotecas, en los bares, en las playas. Soy así, muy ligón y no puedo evitarlo porque me encantan las mujeres.