Durante esta semana, todas las escuelas de verano están poniendo fin a sus días de diversión, bailes, manualidades y risas. Ayer, último día de agosto, fueron las escuelas de Sa Graduada y Santa Eulària entre las que finalizaron sus jornadas veraniegas.

Los 270 alumnos que ha tenido Sa Graduada se preparaban en el patio del colegio para mostrar a sus padres lo aprendido durante estos dos meses. La temática era Àfrica y todos se lo tomaron al pie de la letra. Disfraces, pintura de caras, medallones con motivos del continente... y baile. Mucho baile.

Todos los asistentes formaron un círculo dentro de cual se pusieron los niños para empezar la función. Con canciones de lo más animadas como 'My hips don't lie', 'Waving flag' o el repetidísimo 'Waka Waka', la mañana fue adquiriendo un ambiente de lo más divertido y entretenido.

Todas las madres querían la primera fila para grabar o hacerles fotos a sus pequeños, que sonreían a cámara mientras seguían la coreografía.

Luna, madre de dos de los alumnos del colegio, comentaba: «Mis hijos ya es el tercer año que vienen. En casa todo el verano no les quiero dejar y así aprovechan los dos meses estivales».

Alrededor del mediodía, algunos abandonaban ya la escuela, con las manualidades fabricadas bajo el brazo. «Yo he hecho una máscara de barro, una medalla de Àfrica y un dibujo con purpurina», le decía Marc a su madre antes de irse.

Por su parte, la escuela de verano de Santa Eulària organizó una gran fiesta en el polideportivo de la localidad para los 766 alumnos que participaron este verano. Una escuela que se ha ido extendiendo a diferentes municipios, Santa Eulària como origen: Jesús, Puig d´en Valls, Sant Carles y Santa Gertrudis.

Juan José Serra, técnico de juventud cuenta que, «hemos regalado un sobre de reciclaje, Can Marines ha repartido fruta a todos los niños. Además, se les da un diploma y una foto del día de la función de teatro que se hizo el 18 de agosto».

La actuación consistió en canciones alegres y divertidas para que cada grupo de niños interpretara un baile que han ido ensayando durante el verano. Los niños vestían con trajes que ellos mismos habían realizado para la actuación, con material reciclado siguiendo con la temática del programa escolar de este año, el reciclaje.

La iniciativa tiene un interés social enorme, que beneficia a casi 800 personas entre ellos, los niños, los padres de estos y los monitores contratados; la mayoría de ellos, estudiantes y lincenciados en magisterio, educación física y educación infantil.

Como presentador de la fiesta se encontraba el payaso Piruleto, que amenizaba y animaba con sus bailes y canciones y presentaba los grupos de baile.

El alcalde de Santa Eulària, Vicente Marí estuvo presente en la clausura y dijo unas palabras de agradecimiento a todos los participantes. El alcalde además subrayó: «Es una iniciativa muy positiva que compagina el verano con actividades lúdicas, una forma de empezar el curso con ánimos renovados». Junto a él, la concejala de educación y responsable de la iniciativa, Carmen Ferrer que añadió: «Este proyecto surgió de la necesidad social que existía en Eivissa porque en verano la mayor parte de los trabajadores precisaban un sitio donde sus hijos pudieran estar. Lo mejor es el intercambio entre las escuelas, los niños se conocen y surgen muchas amistades. Se trata de una concentración de energía juvenil».