Un lugar para las butter cookieses el título que han escogido los directores Fernando Monge y María de las Heras para su primer largometraje, que empezó a gestarse en 2006 y que tomará forma durante las cuatro semanas de rodaje entre diferentes localizaciones en Eivissa y Madrid.

Uno de los lugares que han elegido para rodar es el polvorín de Santa Gertrudis, donde el equipo se reunió ayer para grabar algunas escenas y explicar de qué trata Un lugar para las butter cookies, proyecto sin presupuesto: «Es atípico porque nadie cobra. Si sale bien hemos establecido unos porcentajes en base a la responsabilidad», precisó Monge, quien agradeció el apoyo institucional que ha recibido de la Conselleria de Presidència, la Conselleria de Cultura y la Fundación para la Promoción Turística.

«Nace fruto de una decisión tomada hace tiempo de hacer cine en Eivissa. Conozco de manera casual en un restaurante de Eivissa al actor Xoel Fernández y entonces todo empezó a tomar forma», explicó Monge, que puntualizó: «Le pasé el guión, se lo leyó en una noche y al día siguiente me llamó. El guión es el capital de este trabajo porque ha sabido atraer a los actores», precisó el director. De esa prueba salieron nombres de actores como Juan Codina, Nay Díaz, Hugo Silva o Sergio Pazos, quien aseguró: «Estoy muy contento de estar en este proyecto porque se aleja de la forma convencional de hacer cine. Es un guión muy apetecible».

Un lugar para las butter cookies muestra cómo Ana (Jimena Brusacá), una camarera que trabaja en Madrid, llega a la isla para depositar las cenizas de Contini (Juan Codina), un importante escritor y su mejor cliente. En Eivissa, Ana se ve obligada a convivir con unas personas que le abrirán los ojos hacia su crecimiento personal. «Es la primera vez que hago cine y estoy muy contenta de compartir esta primera experiencia con personas tan experimentadas», señaló la protagonista.