Tras examinar las comunidades que habitan en el puerto de Sant Antoni por la mañana, los alumnos de el curso de verano de Ecología Marina se trasladaron a Cala Grasioneta ayer a seguir con el reconocimiento de las especies que allí se encuentran.

Una enorme comunidad de medusas invadía este rincón de la isla. A pesar de esto, la mayoría de los 71 alumnos del curso de verano se metió al agua para comprobar lo que han estudiado siempre pero real y no en fotografía.

Jorge Terrados, investigador del Imedea (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados), contaba que durante la mañana han hecho un reconocimiento de las comunidades de algas, las que viven iluminadas y las que viven en oscuridad, viendo la diferencia entre ellas. «Hemos visto comunidad cystoseira en zonas batidas y con movimiento del oleaje, la posidonia y la cymodocea nodosa. Además, hemos observado un alga roja que crece encima de las otras y tiene un efecto invasor denominada lophocladia. Esta invade todas las Pitiüses y el sur de Menorca», explicó el profesor.

Por su parte, Arnaldo Marín, director del curso y Javier Lloret, otro profesor investigador, añadieron que con sus grupos han tratado de identificar la biodiversidad de las especies más singulares de Eivissa y cuáles están protegidas. «Hemos distinguido tres ambientes: la roca fotófila, que es la más clara, una mancha de pradera posidónica y, más adentro, una posidonia más desarrollada. Así, hemos visto las distintas especies que existen dependiendo del lugar», cuenta Javier. Arnaldo finalizó dando una posible solución al efecto devastador en la posidonia que tiene el anclaje de los barcos: «La regeneración de esta especie tarda varios siglos. Por eso se deberían colocar boyas ecológicas o que se les obligara a los barcos a anclar en la arena».

Romina, Àlex, Ana, María y Bea están muy contentas con la práctica. Por eso creen que se debería alargar el curso y ofertar más días con clases prácticas, porque por mucho que sepas sobre el tema siempre está bien comprobarlo en vivo. Àlex dice estar muy sorprendido de lo limpio que está el agua del puerto y de la abundancia de especies que habitan en él.