Muchos vecinos de es Pratet están descontentos porque se han quedado sin plaza en el nuevo aparcamiento de pago de la zona. La asociación de vecinos y el Ayuntamiento de Vila negociaron con la empresa que lo explota la cesión de 120 plazas para los residentes del barrio, que pueden aparcar allí por 180 euros al año. Sin embargo, más de cien personas se quedaron fuera porque hubo una avalancha de peticiones y se tuvo que hacer un sorteo ante notario.

La presidenta de la asociación de vecinos de es Pratet, Carmen Cárcel, explicó ayer que el problema fue que no se cogió a las 120 personas que primero se apuntaron, como se debería haber hecho, sino que hubo tantas peticiones que al final lo tuvieron que hacer por sorteo.

«La mayoría de la gente que se ha quedado fuera no está contenta porque un aparcamiento vigilado y arreglado por 15 euros mensuales está muy bien», señaló Cárcel, que explicó que la empresa que explota el aparcamiento «no está por la labor» de darles ninguna plaza más.

«Ahora lo que hemos pedido al Ayuntamiento es que estudie si puede poner plazas de zona azul en los laterales, porque aunque en el nuevo aparcamiento hay mil plazas por la noche hay que pagar y a los vecinos les parece caro; en cambio en zona azul no se paga por la noche», aclaró esta vecina.

Desde el Ayuntamiento explicaron ayer que no prevén negociar más cesiones de plazas con la empresa porque «no fue fácil» la primera vez. Tampoco prevén reabrir la antigua plaza de toros porque creaba un problema de «inseguridad ciudadana» al haber gente pidiendo. «Ahora esto ha desaparecido», indicó una portavoz del Ayuntamiento, que recordó que no se podía permitir una situación así en el centro de Vila. También recordó que este espacio se reconvertirá en zona verde, algo que tiene que hacer la empresa del parking. Será algo provisional, porque más adelante se construirá un aparcamiento subterráneo.