La VI Feria de Stocks de Eivissa y Formentera dio comienzo ayer en el Recinto Ferial con el objetivo de eliminar el stock de temporada a precios mucho más reducidos de lo habitual.

Sobre las 18,30 horas los primeros visitantes daban vueltas por el lugar, analizando los productos en venta con el objetivo de comparar y comprar al mejor precio. Ana Luisa y Manuel cargaban dos bolsas de una tienda de deportes. «Ha sido llegar y besar el santo», comentaba ella. «Hemos encontrado un par de zapatillas de deporte para los dos niños y nos las hemos llevado por 20 euros cada par», añadía.

Calzado, decoración, complementos, bisutería, informática, y sobre todo téxtil. La ropa era la gran protagonista entre los consumidores, que rebuscaban entre perchas y montones por la mejor compra. «Lo único malo es que no hay probadores. Me llevo dos camisetas básicas que sé que son mi talla, pero hay un vestido que no me atrevo a comprar por si no me va bien», comentaba una mujer, a lo que la dependienta le respondía que se lo podía probar en los lavabos del Recinto Ferial.

Setenta han sido las empresas participantes este año en la Feria de Stocks. Algunas repetían; otras, más novatas como la de Santi e Irene, se mostraban a la espectativa de ver lo que pasaba. «Nos han dicho que es una feria que funciona muy bien y por eso decidimos venir, pero de momento no vemos que la gente se decida a comprar demasiado», decía Irene.

Pese a que en algunas tiendas se mostraban carteles de descuentos hasta del 70%, eran muchos los que se quejaban de ciertos precios. «Algunas tiendas solo te ofrecen el 20%, que es lo mismo que ofrecían en las rebajas. Así, hay cosas que de saldo no tienen nada», comentaba Miguel Àngel, quien aún no había comprado nada.

Pasadas las 19,30 horas el recinto ya comenzaba a estar lleno. Tras la primera ola de consumidores, las consecuencias se notaban entre los productos. Tal y como comentaba Nadya, dependienta, «hay gente que mira la ropa y luego la deja tirada en montones. Gastamos más tiempo en colocarla de nuevo que en aconsejar a la gente».

Algunos cargaban con bolsas, otros esperaban sentados en los bancos y otros aprovechaban para hacer una parada para comer pan con sobrasada. Los más contentos salían del lugar con dos o tres bolsas en las manos. «He comprado más que en toda la temporada: tres camisetas, un bolso, un espejo e incluso dos jerseis para ahora en invierno», decía orgullosa Elena acompañada por sus dos hijos.

La Feria de Stocks permanecerá durante el día de hoy de 11 a 22 horas y finalizará mañana contando con el mismo horario que hoy.

Helen Consumidora

«Me llevo dos camisetas; una para mi hija y otra para mi novio»

Helen repetía en la Feria de Stocks, ya que el año pasado ya estuvo allí. Dando una vuelta por el recinto encontró la camiseta que le gustaba a su hija desde hacía tiempo y decidió comprarla. «Los precios están bastante bien. Una camiseta que antes valía 20 euros, ahora está a 5. me llevo una para mi hija y otra para mi novio», comentaba. «Para mí me he comprado una lámpara también muy bien de precio», añadía.


Paulina y Sonia Consumidoras

«Los precios están muy bien. Hemos comprado calzoncillos y pijamas»

Estas dos amigas han encontrado en la Feria de Stocks una manera de ahorrar. Tal y como comentaba Paulina, «entre las dos hemos comprado calzoncillos y algún pijama. Los precios me han parecido muy bien, ya que en la tienda el pijama costaba 15 euros y aquí lo he encontrado por 4». Ella decidió probarse una gafas de sol, que finalmente no compró debido a que no le gustaba el resultado. «Es una pena, porque si no el precio está muy bien».


María José y Eva Vendedoras

«La gente está respondiendo muy bien. Hemos vendido bastante en poco rato»

«Nosotras tenemos la tienda desde hace sólo cinco meses y los descuentos que hemos puesto no han sido muy bruscos, pero estamos vendiendo muy bien de momento», decía María José atendiendo a algunos clientes. Ella y Eva son las dueñas de Huellitas, una tienda de ropa y complementos para niños. «Los consumidores preguntan, se interesan bastante por los productos», decía su compañera Eva.

Karinne y Marie Blue Vendedoras

«De momento no hay mucha actividad. La gente mira, pero no compra mucho»

Estas dos chicas, dependientas de la tienda de ropa Casa Luna, se mostraban contantas con la feria, pero echaban de menos más movimiento. «No hay mucho mogollón por el momento», comentaba Karinne, a lo que añadía: «La gente pasea, mira, pero no se decide a comprar mucho. Supongo que la crisis también afecta a iniciativas como esta, pero los precios los hemos dejado muy bajos».