Las simulaciones de batallas fueron de los momentos más emocionantes. | ESTER REQUENA

La gran batalla debía ser entre el ejército romano y las huestes púnicas, pero la amenaza de lluvia fue el desafío principal que ambas fuerzas tuvieron que enfrentar. Ellas y el público, que no acudió en la cantidad que se habría podido esperar si la jornada hubiera sido soleada.
A pesar de este inconveniente, la Tercera Jornada Pitiusa de Recreación Histórica salió adelante y quienes se acercaron a Puig des Molins, entre ellos muchos niños, pudieron disfrutar y aprender con los talleres y montajes que la Asociación Cultural Ibosim, junto con las entidades 'hermanas' venidas de fuera, habían preparado.
La vestimenta romana de Hispania Romana, las particularidades de la vivienda griega en la antigüedad mostradas por Athenea Promakhos, o el proceso de fabricación de armas y objetos de metal en época íbera explicado por Ibercalafell fueron algunas de las actividades que se sucedieron durante la mañana.
A mediodía llegaba el turno de la Asociación de Amigos del Museu, encargada de preparar un banquete romano con platos como el garum, unas bolitas de queso, o una receta 'clásica' del pollo con almendra.
Durante la mañana ya se produjeron algunos escarceos entre fuerzas invasoras y defensores locales, pero uno de los actos más esperados llegó por la tarde con la recreación del asalto a Vila (Iboshim) durante la Segunda Guerra Púnica.