La plaza se encuentra ya totalmente levantada. | Guillermo Romaní

La remodelación de la Plaza Europa de es Pujols es, desde hace unas semanas, una realidad. Al menos sus obras.
Se trata de un proyecto que se arrastra desde hace una década ya que la primera idea de remodelación partió del gobierno de la COP en la legislatura 1999-2003; le dio continuidad el tripartito PP-GUIF-PREF, con la importante novedad de incluir un aparcamiento subterráneo; y posteriormente fue retomado por la COP tras la moción de censura de 2005 y por el nuevo equipo del Consell comandado por GxF y PSOE.
El conseller de Infraestructures de Formentera, Bartolo Ferrer, señaló que «la idea es proseguir las obras durante todo el invierno y finalizarlas en primavera, en mayo aproximadamente, sin tener que pararlas por la temporada turística y reiniciarlas para finalizarlas a partir de octubre de 2011».
Las obras se iniciaron a principios de octubre, recordó Ferrer, e inicialmente se cortaron los grandes árboles existentes, posteriormente se eliminó el mobiliario urbano, el alumbrado público, el asfalto y las aceras y ahora se está en fase de excavación para dar paso al aparcamiento subterráneo que dispondrá de un total de 136 plazas.
Espacio ciudadano
El objetivo es rehabilitar, con un coste cercano a los 3 millones, una plaza de más de 3.500m2 situada en el corazón de es Pujols, una zona hasta ahora degradada que sólo servía para aparcar coches y como foco de suciedad que acabará convirtiéndose en un lugar de referencia dentro del principal núcleo turístico de la isla.
Uno de los aspectos principales será que la plaza quedará liberada de la presión y el ruido del tránsito motorizado, al tiempo que dejará de convertirse en un foco de suciedad, eliminando los actuales contenedores soterrados que se ubicarán fueran de la plaza.
El proyecto es obra del arquitecto formenterés Marià Castelló, y contempla un acceso soterrado al aparcamiento a través de la calle s'Aigo Dolça, mientras que la calle Rocaplana será semipeatonal.

La luz de aproximación de las embarcaciones será eliminada
Paralelamente al proceso de realización del aparcamiento subterráneo se peatonizará el acceso a la misma y se suprimirá la luminaria que corta la conexión con el mar; se trata de una luz que, por alineación junto a otra situada en el Paseo Marítimo, permite a las embarcaciones marcar el rumbo correcto cuando realizan las maniobras para aproximarse a la playa y a las casetas varadero existentes.