Un operario trabajaba ayer, en el lugar donde se puede observar la cueva bajo el puente y los escalones para llegar a ella, hechos con bloques. | Marco Torres

El Jardín de los Milagros. Así se le llama [o llamaba] en diferentes páginas web al lugar también conocido como el torrente de ses Eufàbies, en Cala d'Hort. Desde hacía ya algunos meses, este espacio, de propiedad privada, contaba con nuevos residentes, varios 'okupas', que hicieron de este lugar su nuevo hogar.

Así en el enclave, hicieron de las suyas. Dos columnas realizadas a base de botellas de vidrio dan la bienvenida a los numerosos curiosos que se han acercado durante este tiempo hasta la zona. Una vez superada la entrada, las 'obras de arte' se encuentran a diestro y siniestro; montones de piedras en forma de pirámide. Según alguna página web, estas construcciones atraían una energía diferente.

En la cueva que hace el torrente al pasar por debajo del camino, los 'okupas' instalaron allí su estancia principal. Una gran mancha negra, procedente, presuntamente, de alguna hoguera, demuestra que, a pesar de estar rodeado por una zona espesa de bosque, nada ni nadie reprimió a los 'okupas' de realizar un acto peligroso para el entorno de la zona.

La actuación

Así las cosas, y tras la denuncias que llegaron al Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia de diferentes asociaciones de vecinos, el 'Jardín de los Milagros' es ya historia. Los colectivos vecinales mostraron su temor ante la posibilidad de que algún día se incendiase la zona, así como, la inseguridad vial al haber numerosos curiosos que detenían su vehículo en la carretera para observar el espectáculo.

Todo esto se acabó. Tras los contactos que hubo entre Consistorio y los propietarios de los terrenos, el Juzgado número 4 de Eivissa notificó el pasado 22 de octubre un auto en el que se autorizaba el desalojo de los 'okupas' y la limpieza de la zona. Para ello, desde el Juzgado número 4 ofrecieron también a los propietarios la disponibilidad de diferentes agentes de la Guardia Civil para hacer efectivo ese desalojo y finalizar con la usurpación de una propiedad privada. Asimismo, el Consistorio también realizó las actuaciones administrativas correspondientes, vía decreto, para finalizar con esta situación, que intranquilizaba a más de uno.

Así, durante estos días se está llevando a cabo la limpieza de la zona a cargo de los propietarios de los terrenos. Varios montones de basura, colchones, sillas, estanterías e, incluso, un televisor, era el único rastro que ayer quedaba de ese 'Jardín de los Milagros' para volver a pasar a ser el torrente de ses Eufàbies.

Varias personas trabajan ayer en el lugar para acabar con todas las construcciones realizadas y recobrar, de nuevo, el espacio natural que era.

Un lugar peligroso y de visita casi obligada para turistas

Numerosos turistas se han sorprendido a lo largo de mucho tiempo con este rincón ubicado en las proximidades de la carretera de Cala d'Hort. Aún así, algunas fuentes apuntan que era un «gran peligro» para la zona ya que, presuntamente, tenían velas colgadas desde los árboles, con el consiguiente riesgo de provocar algún incendio. Otras fuentes apuntan que incluso los habitantes del torrente podrían estar cobrando algún dinero por dejar entrar a los curiosos a este espacio y así subsitir gracias a su arte. Todo ello ha finalizado con el desmantelamiento de la zona y con la intención, por parte de la propiedad y del Ayuntamiento, de devolver al lugar la imagen original.