Àlex Soriano, coordinador escolar del proyecto educativo y de concienciación social Dance 4 Life, ayer, minutos antes de la entrevista. | ESTER REQUENA

Los talleres educativos del proyecto de prevención de VIH y sida Dance 4 Life de Alas, que arrancaron el 17 de septiembre en los institutos de Eivissa, se clausuran hoy con una sesión abierta a partir de las 16,30 horas en las instalaciones del antiguo colegio de Sa Graduada. Allí, los jóvenes que así lo deseen podrán conocer mejor en qué consiste el proyecto que nació en 2004 en Holanda y que en la actualidad se ha extendido a más de 30 países. Durante las dos horas de duración, los monitores de Dance 4 Life intercalan explicaciones teóricas con el aprendizaje de la coreografía The Drill, el tema insignia de esta iniciativa.

Echando la vista atrás, Àlex Soriano, coordinador escolar de Dance 4 Life, valora la implicación del sector más joven de la población en el proyecto, que llegó a Eivissa en 2008 para convertirse esta delegación en la coordinadora a nivel estatal del proyecto. «Este año se está haciendo en Eivissa, Barcelona y Cantabria», explica Soriano, quien asegura que los seis monitores de Dance 4 Life han transmitido a más de 2.500 jóvenes de todos los institutos de la isla, menos Sa Colomina, qué es el VIH, las vías de transmisión y las maneras de prevenirlo.

«Es un virus que se transmite de humano a humano, por tanto tenemos una responsabilidad enorme para intentar combatirlo. La mayor parte de los jóvenes no han conocido un mundo sin VIH y está en su mano que el futuro sea diferente», explicó. En este sentido, los tres objetivos fundamentales del proyecto internacional Dance 4 Life es concienciar a la población juvenil sobre la importancia de mantener una buena salud sexual y cómo prevenir enfermedades; normalizar la visión del VIH y acabar con la discriminación social y, por último, involucrar a los más jóvenes en un proyecto solidario.

«Queremos que vean que tienen voz en esta sociedad, que tienen algo que decir. Participar en este proyecto es, en cierto modo, transmitir un mensaje al resto del mundo: las futuras generaciones están dispuestas a luchar para erradicar una enfermedad que antes no existía y que depende de los humanos que deje de existir», explicó para agradecer segundos después a Pablo Díez, coordinador de Alas Eivissa, su trabajo por impulsar el proyecto: «Es la persona que ha hecho posible que todo este proyecto salga adelante».