Los pequeños se pelean por coger las fresas de la cesta y comérselas. | ESTER REQUENA

El sonido de la flauta, al que más tarde siguieron unas inocentes pompas de jabón, indicaba el inicio de una adaptación muy especial de la historia de Hansel y Gretel, que aparecieron en el escenario del centro cultural Can Ventosa para explicar a los alrededor de 463 escolares de la isla sus peripecias en el bosque cantadas con ópera.

Los dos hermanos abrieron las puertas de un enorme cuento de cartón que simuló en primer término el mobiliario de su casa. Allí, Hansel y Gretel empiezan a bailar una divertida coreografía donde dan palmadas, se tocan la nariz y empiezan a cantar ópera. «Sois unas criaturas desobedientes y maleducadas. Iréis al bosque para buscar fresas y no volváis hasta que no tengáis la cesta bien llena», les regañó su madre, pero no se acordó de que en el bosque vive una bruja que convierte a los niños en pasteles para comérselos más tarde. «¡Estás loca!, ¡la bruja se comerá a nuestros hijos!», exclamó el padre de Hansel y Gretel. Para intentar evitar que los pequeños hermanos se perdieran por el bosque, los padres salen en su búsqueda.

Mientras tanto, Hansel y Gretel buscaban fresas. «Mira, Gretel. Ya he llenado la cesta de fresas. Mamá se pondrá muy contenta», dijo Hansel a su hermana para más tarde empezar a comer fresas con ella. «Se nos ha hecho de noche, Hansel. Tenemos que volver a llenar el cesto porque si no mamá se enfadará con nosotros».

Bajo la dirección musical de María Victoria Cortés y de escena de Euge Corbacho, la compañía Euroclàssics presentó ayer esta historia con la música del compositor Engelbert Humperdinck a través de la cual los más pequeños escuchan una versión del cuento cantada en ópera y hablada en catalán. Isabel Cañada, Irene Mas (Hansel), María Casado y Laura de la Fuente (Gretel) e Inma Hidalgo (bruja y madre) son las sopranos de la obra, mientras que Pere Joan Costa y Miquel Estelrich (padre y mago) son los tenores. La representación teatral contó con la música en directo de Marta Alcover a la flauta y María Victoria Cortés al piano.