Tras la homilía solemene tuvo lugar la demostración del baile típico de las Pitiüses.

Las fiestas de Sant Francesc Xavier, las fiestas de la capital de Formentera, tuvieron ayer su día grande en el que la meteorología quiso poner su punto de incertidumbre. El día anterior se tuvo que suspender la torrada popular porque había mucho viento. Durante la mañana de ayer hubo de todo: viento, frío, dos amenazas de lluvia que quedaron en breves lloviznas, nubarrones y luego sol, mucho sol. Así que a la hora de la procesión había sol y unas nubes negras se cirnieron sobre la isla pero el recorrido religioso tuvo un plácido transcurrir pese a la fría temperatura.

Por la mañana los actos comenzaron con una nueva edición del Trofeo de Judo Festes de Sant Francesc que cada año se disputa por estas fechas.

A mediodía dio comienzo la misa solemne oficiada por el obispo de las Pitiüses, Vicente Juan Segura, y por el párroco de Formentera, Miquel Àngel Riera. En los primeros bancos de la iglesia estaban la mayoría de los integrantes del equipo de gobierno y representantes de los dos partidos de la oposición, el máximo responsable de la Policía Local y otras personalidades de la vida social de la isla. Amén de numerosos feligreses que como siempre hicieron pequeña la iglesia donde sonó diáfana la exquisita música de la coral formenterense.

Tras la homilía arrancó la procesión que algunos temían iba a realizarse al galope, pero que simplemente discurrió a paso vivo aunque con toda normalidad. Finalmente, el sol presidió la demostración del ball pagès que se prolongó largo rato ya que los propios balladors y balladores a la que entraron en calor no querían dejar de danzar.

La mañana acabó con el convite oficial a orelletes y hierbas que dejó a los asistentes agradecidos de cuerpo y que aún siguieron deambulando entre las casetas del Mercado de Navidad que rodean el centro de la plaza de Sant Francesc.

Por la tarde hubo espectáculo infantil y luego la crítica social de L´home del senallò que por la mañana, micro en mano y en el programa especial que Ràdio Illa hizo desde la plaza, entrevistó a al párroco de la isla, a los periodistas que caían en su radio de acción, a quienes tenían puestos en el Mercado de Navidad, entre otros. Después, la asociación gastronómica Es Morter se presentó en sociedad y ofreció sabrosas degustaciones de tapas y pinchos. El fin de fiesta vino dado por la música de Bluesmàfia i Els Saligardos y Glamour Band.