Las pequeñas Andrea y Alicia fueron a ver el Belén.

La solemnidad que rige tradicionalmente la iglesia de Sant Elm se vistió ayer de más Navidad que nunca con el Belén municipal, que abrió sus puertas para permanecer visible al público todas las fiestas.

En silencio y con paso tranquilo fueron pasando los primeros visitantes, principalmente niños y niñas con sus progenitores, que se quedaron asombrados por la iluminación, las figuras y la movilidad de algunas de ellas. Andrea y Alicia son dos amigas de seis y siete años que acudieron ayer a ver el Belén con dos familiares. «A mí lo que más me gustan son las figuras que se mueven, como el leñador», explicó Alicia, que puntualizó: «Las ovejas también son muy graciosas y bonitas. El año pasado lo vimos, que estaba en la calle». Así, la pequeña se refirió a la instalación el año pasado del nacimiento de Belén en el Mercat Vell.

El cambio de ubicación, este año está dentro de la iglesia de Sant Elm, suscitó algún que otro comentario. «La verdad, no sé por qué lo han colocado aquí dentro, porque si lo quieres ver tienes que entrar a la iglesia. Me gustaba más cuando estaba fuera», explicó Fina, una vecina de la ciudad, que fue a ver el Belén en compañía de su marido.

Este año, la recreación de los escenarios del nacimiento de Jesús tiene un centenar de figuras de aproximadamente 30 centímetros de altura. Del total de figuras, alrededor de 50 datan de 1958 y se exponen por primera vez (se trata de unas imágenes muy antiguas, a la vez que especiales, que son copias del máximo representante de la escultura belenística del siglo XVII en España, Francisco Salzillo, según explicó el Ayuntamiento de Eivissa). Los dos artistas belenistas de la localidad valenciana s'Algemesí Ricardo Ferragut y Teresa Pastor junto con el hermano Luis de Santa Teresa de Sant Elm han sido los encargados de montar el Belén municipal. El hermano Luis valoró la calidad de todas las figuras, al tiempo que destacó la cueva del Nacimiento y el montaje de manantiales y ríos.