El presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Juanjo Riera, lamentó ayer los efectos que tendrá sobre el sector turístico esta huelga encubierta de los controladores, que calificó de «salvajada». «Ha habido cancelaciones, el mal ya está hecho y eso que el puente ya no se preveía demasiado bueno», explicó Riera, que indicó que las previsiones eran que hubiera un 50% de ocupación sobre la planta hotelera abierta, una cifra que descenderá notablemente tras el cierre de los aeropuertos. «Hay clientes que nos han llamado para decirnos que intentarán venir, pero el mal ya está hecho», indicó el hotelero, que recordó que sólo en Eivissa ciudad, entre hoteles, hostales y pensiones hay 25 establecimientos abiertos, aunque no haya hoteles de cinco estrellas en marcha.
Para Riera uno de los peores efectos es que esto haga que la gente «no se la juegue» y en las próximas vacaciones elija un destino en el que no tenga que volar. «Esto puede hacer daño en Navidad a los hoteles que tienen abierto todo el año», explicó el hotelero, que remarcó que esto cotnribuye a que el invierno sea peor de lo que ya estaba siendo.
Afecta a toda la economía
Joan Bufí, vicepresidente de la CAEB, lamentó los efectos del cierre de los aeropuertos por la gran cantidad de turistas o personas que tienen una segunda residencia en la isla que tenían previsto viajar a Eivissa estos días, lo que provocará menos negocio a hoteleros, arrendadores de apartamentos y a bares y restaurantes. «Muchos se desplazan en este puente desde Madrid, Barcelona o desde el extranjero y es una pequeña entrada de dinero, además de que los ibicencos también tenemos derecho a salir de puente», dijo Bufí, que lamenta la «mala imagen» que da esto en el exterior. Como propietario de un hotel en Sant Antoni que trae gente del Imserso aseguró que ha resultado afectado porque el viernes por la tarde tenían prevista una entrada de 50 personas que no se ha producido, mientras que sí que hubo un grupo que salió por la mañana. También lamentó la gran cantidad de personas atrapadas en los aeropuertos o que habían contratado viajes a los que han tenido que renunciar. También el presidente de la CAEB en Balears, Josep Oliver, lamentó las «graves consecuencias» que acarrea esta situación en los principales sectores de la economía debido a su influencia en el turismo y el «importantísimo perjuicio» que ha causado en la imagen internacional de España.

Un colectivo «privilegiado e irresponsable»
El presidente de los hoteleros consideró que esta situación es una «gran irresponsabilidad» de los controladores, unos trabajadores «con condiciones de trabajo privilegiadas que se dedica a jugar con la economía de un país».
Por otro lado, indicó que muchos hoteleros de Eivissa perdonarán a los clientes los gastos de cancelación (un par de noches que se cobran en caso de no realizar el viaje) porque es una causa no achacable al propio cliente. De todas formas, es una decisión del propio hotelero.