Puede un gorro convertir varios pañuelos en un paragüas? ¿Y una cuerda convertirse en paloma? Con la palabra 'abracadrabra' todo es posible. Así lo comprobaron cerca de veinte niños de la unidad de Pediatría del hospital Can Misses, que asistieron con algunos de sus familiares a una divertida sesión didáctica de magia impartida ayer por el mago Char Berty en el marco del récord guinnnes de magia solidaria que finalmente la fundación Abracadabra batió con más de 5.000 alumnos de 52 hospitales de todo el país que aprendieron pequeños trucos simultáneamente.

«La Fundación Abracadrabra os regala una divertida varita mágica, pero antes tenemos que hacer el primer truco. Primero cortamos la venda con una tijera mágica [los dedos]. Después las enrollamos como si fueran orejas de conejito», explicaba Char Berty bajo la atenta mirada de los pequeños aprendices de mago. Y con la palabra mágica y un soplido la venda se volvió a unir.

Ya con las varitas en la mano, los alumnos continuaron atendiendo a las explicaciones de este ilusionista: «Si estudiáis y os ponéis buenos de mayor podéis ser magos. Ahora vamos a hacer un truco con la varita. Cogemos un papel de periódico, la envolvemos y con el salerito mágico hacemos desaparecer el bastón».

Las sorpresas se fueron sucediendo hasta que llegó el truco quizá más inexplicable de la mañana. Para llevarlo a cabo, Char Berty escogió a dos voluntarios. Uno de ellos metió un conjunto de pañuelos en una bolsa negra de terciopelo, mientras que la niña sujetó un paragüas cerrado que tras decir las palabras mágicas se convirtió en el conjunto de pañuelos que sostenía el compañero. «He visto muy buen nivel en esta clase de magia. Pronto seréis compañeros nuestros. Felices Navidades», se despidió Char Berty, mientras pequeños y mayores seguían jugando con sus varitas para continuar con su labor de aprendices de mago. India, de 14 años, vio el espectáculo con su hermano y sus padres: «No había participado nunca en ninguna clase, pero sí que había visto espectáculos de magia. El truco que más me ha gustado por ser el más vistoso ha sido el del paraguas», explicó esta joven.

La Fundación Abracadabra ofrece estos espectáculos por hospitales desde hace cinco años.