Felipe Navío afirma que el sector aeronáutico y las propias autonomías necesitan analizar con detenimiento el programa sobre privatización aeroportuaria para manifestar su opinión. | Pere Bota

Después de todo lo acontecido en los últimos días con los controladoes aéreos, Felipe Navío analiza el impacto en el sector aéreo, la actitud del sindicato USCA, la respuesta del Gobierno y el por qué se ha llegado a esta situación.

-¿Cómo califica la actitud de los controladores aéreos de abandonar su puesto de trabajo?
__ Nunca se debería de haber llegado a esta situación, porque no es lógico actuar de esa forma en unas fechas tan señaladas. Los controladores aéreos tienen una responsabilidad como trabajadores y, en consecuencia, deberían de haber convocado una huelga de forma legal y no sin previo aviso, como así hicieron. Tendrían que haber agotado todo el proceso de negociación con AENA.

-¿Apoya la decisión del Gobierno de decretar el estado de alarma?
-Es complicado y difícil hacer una lectura sobre esta decisión polític. A corto plazo, la decisión fue apoyada por todos, ya que era necesario y vital recobrar la normalidad. Hay otra lectura, como es el hecho de que este conflicto debe analizarse en contexto europeo. Los costes de Navegación Aérea españoles son de los más altos de Europa y parte de ello es por culpa del coste de los controladores.

-¿Quién tiene la culpa de los elevados salarios de los controladores aéreos y de sus privilegios laborales?
-Los partidos políticos han preferido siempre llegar a acuerdos y arreglos con el sindicato de controladores, de ahí las cesiones que han hecho para aceptar sus reivindicaciones salariales. Ha habido una dejación por parte política, que es lo que ha dado de forma progresiva más poder a los controladores aéreos, de ahí que los partidos políticos que han gobernado este país en las últimas legislaturas son los culpables del poder de los controladores en España.

-¿Ha pasado lo mismo con el sindicato de pilotos SEPLA?
-Es cierto que se tratan de colectivos de trabajadores pequeños que controlan actividades económicas claves y que pueden, si se lo proponen, paralizar la economía de un país. Estoy en contra de los sindicatos corporativos con tanto poder.

-¿Deben de asumir los controladores su responsabilidad?
-El colapso que han generado ha sido absoluto, por lo que deben de asumir su responsabilidad.

-¿Qué falla en nuestro país para que sucedan este tipo de sucesos?
-Se tiene que aprender de los errores y la sociedad española debe de presionar al estamento político para subsanarlos. Tras lo sucedido, todos los partidos políticos deberían actuar en consecuencia y aprobar en el Congreso una Ley de Servicios Esenciales para regular las huelgas en los servicios públicos esenciales. Hay un vacío legal que debe corregirse de forma rápida y eficaz.

-¿Apoya el modelo de gestión aeroportuario y el futuro de AENA que ha dado a conocer el Gobierno?
-Conocemos la música, pero falta conocer el contenido íntegro de la propuesta. De momento, nos parece interesante, aunque hay que profundizar en la letra pequeña. El Gobierno debe explicar, asimismo, con tranquilidad a los trabajadores el nuevo modelo de gestión para evitar problemas. Al margen de esto, cualquier cambio de modelo de gestión aeroportuario debe conllevar una mejora de servicios, reducción de costes operativos y generar una mayor eficiencia aeroportuaria. Si esto no es así, no ganamos nada y se perjudica a toda la industria aeronáutica y turística. No tendría sentido apostar por la privatización aeroportuaria si ello conllevara luego más tasas y una merma de la calidad de lo servicios.

-¿Cómo evolucionará el mundo de la aviación en 2011?
-Hemos pasado cuatro años de crisis y todavía no sabemos si se ha tocado fondo. Han desaparecido muchas compañías y esperamos que en 2011 mejore la situación, aunque ello dependerá de comportamiento de los consumidores y la evolución de la economía europea y española.