La Federación Hotelera de Eivissa y Formentera estimó ayer que las pérdidas provocadas por la huelga de controladores aéreos ascienden a 65.000 euros, según indicó el presidente de la patronal, Juanjo Riera.

Esta cantidad corresponde a las 400 cancelaciones que sufrieron los hoteleros de Eivissa durante el puente de Diciembre así como a la pérdida de 1.400 pernoctaciones. Aún así, desde la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera señalan que estas pérdidas económicas serán más altas si se tiene en cuenta la afectación en los sectores de la restauración y del comercio.

De hecho, y según las declaraciones de la consellera de Promoció Turística, Pepa Marí, realizadas la pasada semana, estaba prevista una ocupación del 50 por ciento de la planta abierta, que al final se quedó en un 25 por ciento. Actualmente en Eivissa existen 50 establecimientos hoteleros abiertos, lo que supone un 2 por ciento de la planta. Los hoteleros de Mallorca, por su parte, cifraron las pérdidas por el caos aéreo en 200.000 euros, según apuntaba ayer la página de turismo Hosteltur.

El Govern como acusación

El Govern balear, por su parte, se personará como acusación popular en contra de los controladores por la comisión de un presunto delito de sedición, cuando el pasado 3 de diciembre abandonaron de forma masiva sus puestos de trabajo, afectando a más de 40.000 pasajeros en los aeropuertos de Balears.

Así lo anunció la portavoz del Govern, Joana Barceló, quien ha justificado esta decisión debido a los «gravedad» de los hechos ocurridos. De este modo, el Ejecutivo emprenderá acciones legales contra el colectivo de los controladores. Por su parte, hoteleros y agencias de viajes deben valorar aún si emprenden actuaciones contra AENA por su falta de previsión a la hora de anticipar el caos provocado la pasada semana, que llevó al organismo a cerrar el espacio aéreo español.

«El Govern balear se pone de una manera clarísima, y lamento que el PP no lo haga, a favor de los ciudadanos, a favor de las empresas, a favor de nuestra economía y, por tanto, ejerceremos la acusación popular en torno a lo que hace referencia a los requisitos procesales que en estos momentos están abiertos por parte de la Fiscalía», afirmó la consellera durante una pregunta parlamentaria.

Barceló subrayó que «nunca más» y «bajo ningún concepto» el sector aéreo puede quedar «secuestrado por ningún colectivo». Un transporte, puntualizó, que en el caso de un archipiélago es «un servicio público de primera magnitud y estratégico».

Los controladores de Eivissa niegan haber sido expedientados

Los controladores de Eivissa negaron ayer a este periódico que hayan sido expedientados por AENA, tal y como la entidad señaló la pasada semana, cifrando en siete los expedientes abiertos por abandonar su puesto de trabajo. Los mismos controladores de la torre de Eivissa señalaron ayer a este periódico que tampoco han sido llamados por la Guardia Civil o por Fiscalía para ser interrogados. Por otro lado, y según algunas fuentes, con la futura privatización de la torre de control de Eivissa, anunciada por el ministro José Blanco, los controladores ya están recibiendo ofertas para trasladarse a otros centros de control, aceptar las condiciones de la privatización e, incluso, optar por su marcha definitiva.

Más de 200 trabajadores de AENA, llamados a manifestarse

El próximo viernes el aeropuerto de Eivissa acogerá una concentración, a la que están llamados más de 200 trabajadores del servicio de gestión de aeropuertos, según informó ayer la responsable sindical de USO-AENA, Viviana de Sans: «Nos cuesta concebir que puedan pasar a concesión privada los tres aeropuertos de Balears porque, según el Real Decreto, estas concesiones van a gestionar de forma individual el aeropuerto a su suerte y riesgo». Desde el sindicato instaron a que el Govern atienda sus reclamaciones. «Deberían estar en nuestro conflicto de gestión de aeropuertos porque entendemos que no debería haber una cesión a una empresa privada», señaló de Sans, que avanzó que en los próximos días se pondrán en contacto con el Consell d'Eivissa para conocer sus intenciones.