Los enormes hinchables son los protagonistas indiscutibles de la semana. | ESTER REQUENA

Un año más los padres han encontrado una solución al aburrimiento vacacional de los niños.

Desde ayer y hasta el próximo martes el Recinto Ferial se viste de parque de diversiones para albergar una nueva edición de Diverspai. Los rincones se pueblan de atracciones hasta alcanzar la nada despreciable suma de 45 hinchables, numerosos talleres y juegos mecánicos que intentan educar a la vez que obligan a los niños a compartir y esparcirse mientras realizan actividades físicas.

Según Juan Antonio Cuesta, uno de sus organizadores, «se espera que unas 25.000 personas, niños sobre todo, pasen por Diverspai». Muchos de ellos repetirán pero todos pasaran sus vacaciones de una forma productiva. Juan Antonio reconoce que lograr que todo esté listo para que este espacio abra sus puertas es el fruto de un arduo trabajo a lo largo de tres meses de planificar cada una de las actividades y estudiar todos los detalles necesarios para que todo sea perfecto, que van desde la decoración hasta la preparación de los 45 monitores que se hallan a lo largo y ancho del recinto. Y agrega que si bien Diverspai está pensado para niños desde 0 hasta 18 años, «cualquiera puede jugar, incluso siempre hay algún padre que se anima».

La oferta de talleres parece infinita, creación de figuritas de barro para el belén, realizar adornos para el árbol, bisutería, juegos de cartas, minigolf, futbolín, juegos de ingenio, papiroflexia, imanes, galletas, maquillaje y mandalas son sólo algunos de ellos, donde los niños se relajan y aprovechan sus dotes manuales para disfrutar del momento. Además, en la entrada de cada atracción se puede apreciar un cartel informativo donde señala la edad necesaria para poder entrar.

Carlos Nadal, padre de Javi, de 4 años, opina que «hay un poco de todo, hay más juegos que el año pasado y, además, hay para todas las edades».