Vecinos de la plaza de sa Carroca, en Dalt Vila, han manifestado su indignación por el estado ruinoso de uno de los edificios de la zona que se encuentra vallado desde el mes de junio y en el que desde entonces no se ha hecho nada en él pese a que ya han transcurrido muchos meses.
Creen que un inmueble situado en un lugar tan emblemático por el que anualmente pasan millones de personas no puede permanecer en ese estado tanto tiempo y menos cuando el Ayuntamiento se esfuerza desde hace años en potenciar el carácter de una de las zonas más emblemáticas del recinto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Asimismo también se han quejado del mantenimiento de los jardines del área, cuyas adelfas son taladas sistemáticamente en el momento en el que están en su esplendor, como prueban con fotografías. Ya sucedió hace un año y este ha vuelto a repetirse, motivo por el que alguno ha colocado un cartel contra los responsables.
También aprovecharon para denunciar la falta de civismo de muchos propietarios de perros que no recogen las deposiciones de estos. «¿Cómo puede ser que todos los días aparezcan en los mismos sitios y no la policía no haga nada para evitarlo?», se preguntaron.