El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, aprobó ayer el proyecto transnacional 'Agro Paisajes Insulares' (Custodia del territorio en islas turísticas y rurales), presentado por el 'Grupo de Acción Local de Desarrollo Rural de Eivissa y Formentera', y en el que participan grupos de Illes Balears y de Canarias, así como de Malta y Portugal.

El proyecto, que cuenta con una subvención del MARM de 500.000 euros, pretende mantener y proteger el paisaje rural de interés junto con las prácticas tradicionales sostenibles asociadas al mismo, así como disminuir la erosión, impedir la pérdida de biodiversidad, y evitar el proceso de abandono de la tierra, informó el Ministerio en un comunicado.

En una primera fase, el programa llevará a cabo un diagnóstico de la situación y establecerá un modelo de gestión experimental de custodia del territorio, que proporcionará la información suficiente para afrontar la fase de ejecución.

En esta segunda fase, se procederá a la selección de los sistemas agrícolas tradicionales sostenibles que cumplan unas condiciones agroambientales respetuosas con la conservación del entorno y del paisaje.

A continuación, se definirán las áreas geográficas de actuación para el desarrollo de un programa experimental de custodia del territorio, y se incorporará a los propietarios y gestores de las explotaciones agrícolas en este programa de custodia.

Una vez definidas las áreas, se pondrá en marcha un programa de asesoramiento en técnicas agrícolas y de gestión de explotaciones en las zonas agrícolas tradicionales seleccionadas, para mejorar su rentabilidad y la calidad de vida de sus gestores.

Paralelamente, se iniciarán programas de investigación para la mejora de estas prácticas agrarias, en colaboración con universidades y centros de investigación. Los proyectos de cooperación interterritorial y transnacional del MARM se enmarcan en la Red Rural Nacional, que persigue entre sus objetivos aumentar la capacidad de desarrollo endógeno de los territorios rurales, potenciando el enfoque ascendente y la construcción de una gobernanza territorial.