Baltasar, al igual que Melchor y Gaspar, no paró de repartir regalos a todos los vecinos | Marco Torres

Precedidos por un espectáculo de fuegos artificiales y con puntualidad casi británica llegaron Sus Majestades de Oriente al puerto de Sant Antoni, donde les esperaban sonrisas, ilusiones y muchísimos niños cargados de bolsas de todo tipo dispuestos a coger la mayor cantidad de caramelos posibles.

Melchor, Gaspar y Baltasar y sus acompañantes no les defraudaron lanzando cientos de caramelos a su paso por las calles.

Eso sí, hubo que aguardar pacientemente el paso lento de toda la comitiva, que este año estuvo compuesta por las tres carrozas reales, Melchor, roja, Gaspar, verde y Baltasar, azul, la del Belén con la huída a Egipto de María y José; un camión cargado de carbón; la música de la Agrupación Musical Nuestra Señora de los Dolores, y tres caballos del Espectacle de Doma Menorquina. Precisamente, 'Odín', 'Xuroi' y 'Kley', fueron quienes se llevaron más ovaciones cuando hicieron sus cabriolas por las calles camino de la iglesia donde se procedió a una ofrenda.

Y de ahí tras finalizar, los Reyes Magos se recogieron prudentemente para empezar una noche de gran trabajo por delante.