Un año más Sant Antoni se vistió de flores, pelucas de colores y amplias gafas de sol para vivir una de las Flower Power más cálidas que se recuerda. Con clima primaveral en la calle, lejos de las gélidas temperaturas de 2010, los participantes pudieron disfrutar de las actuaciones callejeras sin temor a perder algún miembro por congelación.
Muchos bares y restaurantes se unieron a la celebración ofreciendo menús, bebidas con barras en el exterior y decorando sus locales al más puro estilo 'retro hippie flower'. Algunos también sacaron bandas en directo a la calle, lo que dio un toque especial en una noche en que hay mucha música enlatada y muchos éxitos repetitivos de hoy, ayer y de siempre.
Recorriendo el West End también hubo, como es tradicional, camiones con grupos subidos encima. Los músicos pasaron un poco de frío, pero el ambiente entre el público, que no cesó de bailar, estaba caldeado.
En la carpa, el dj Pharma, ataviado con una chaquesta de lentejuelas, animó hasta al más pintado con una combinación de éxitos muy bailable. En las barras, los precios fueron, un año más, populares, lo que contribuyó también en buena medida a la animación general.
Los asistentes se volcaron en el evento con éxito desigual en su indumentaria. Ya se sabe que el disfraz 'flower' es muy amplio y deja mucho espacio a la imaginación. Pelucones, flores, gafas en forma de corazón, senallons, sombreros de paja, pantalones de campana o chaquetas de piel vista... Todo vale para hacerse con el disfraz ideal para arrasar en una noche como ésta. Otros optaron por el disfraz libre, por ejemplo dos chicos que iban de sevillanas o un espontáneo que emuló al Gran Lebowski. Tampoco faltaron carteles con mensajes como: «Menos fusiones bancarias y más fusiones carnales» o «Si quieres dejar las drogas, pasa por mi casa».
Una celebración llena de imaginación y risas, que concentró toda la fiesta en Sant Antoni. Vila, se quedó desierta.