Más de 31.000 personas empadronadas en las Pitiüses viven en viviendas aisladas, fuera de cualquier pueblo, urbanización o comunidad de propietarios. Así lo refleja la última estadística referente a la población de Eivissa y Formentera en 2010 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La población diseminada en las Islas supone un 21,77% del total de las 142.600 personas inscritas como residentes de pleno derecho.
La situación supone que uno de cada cinco vecinos actualmente vive en casas aisladas, una proporción menor que a principios de la década pasada puesto que en el año 2000 la población que residía fuera de los pueblos y urbanizaciones suponía el 26,2%, una de cada cuatro personas.
Menos incremento
El 'boom' urbanístico de los últimos años ha provocado el desarrollo de amplias zonas en las periferias de las poblaciones existentes y ha fomentado la creación o desarrollo de urbanizaciones, con lo que la población dispersa se ha visto incrementada en mucha menor proporción que la del conjunto de las Islas.
Con cifras, si desde el año 2000 el padrón de las Pitiüses se ha incrementado en casi un 50% (se han sumado 46.700 residentes a los 95.900 censados), el aumento de la población dispersa ha sido de 'sólo' el 23,59% (5.930 personas más que unir a las 25.130 de principios de la década).
La desproporción en el peso de la población aislada en cada uno de los municipios es muy acusada, si bien no resulta sorprendente. Así, el término municipal más pequeño y con menos reservas de suelo, así como zonas rústicas es Vila. Por lo tanto, no es de extrañar que sea el que menos residentes dispersos registra: apenas 347 vecinso de un total de 49.51, un 0,7%.
El caso de Sant Joan
En el lado contrario se encuentran municipios con grandes términos municipales, poca población y una edificación limitada. Sant Joan es el caso extremo, con un 72% de su población viviendo fuera de sus pueblos y urbanizaciones. En conjunto, casi 3.950 personas de los algo menos de 5.500 censados.
Formentera también presenta una proporción muy elevada de población ajena a los núcleos urbanos. En este caso constituye el 58,31% del total o, lo que es lo mismo, 5.800 de 9.960 personas.
De los tres municipios restantes, Santa Eulària es la que suma una mayor cantidad absoluta de población dispersa, con 8.550 personas, un 26,19% de su población. En el caso de Sant Josep, son 7.695 individuos, uno de cada tres censados en su municipio. Por último, Sant Antoni, con una población de 22.140 personas, 4.700 de ellas tienen su residencia en núcleos aislados de población.