El templo romano ocupa una gran extensión.

El hallazgo de un templo romano en las obras del Parador del Castillo de Dalt Vila supone todo un reto, ya que en esta zona es donde se tenían que instalar los pilares que deben sustentar los arcos de la Casa del Gobernador, que datan de los siglos XVI y XVII y que fueron derribados hace años. Desde la dirección de la obra, que impulsa Turespaña, quieren que el Consell les autorice sustentar la obra en este punto y ahora todo está pendiente de lo que diga la comisión de patrimonio de esta institución (Ciotupha).

Según explicó el director de la obra, el arquitecto Jordi Carreño, en principio lo importante era recuperar el patio y su arquería, pero el hallazgo del templo en unas excavaciones que empezaron en verano ha supuesto una dificultad para estos planes debido a la magnitud del yacimiento. Debajo de estas estructuras romanas, que podrían datar del siglo I a. C al I d. C podría haber otros restos anteriores, de época púnica.

«Ahora se estudia si es más importante conservar el patio con toda su arquería o lo que ha salido ahora y como se adapta una cosa a la otra», explicó Carreño, que indicó que su propuesta es hacer las cimentaciones en cinco puntos que están sobre el yacimiento, donde ya se han instalado unos micropilotes. De esta forma, quieren reconstruir el patio y dejar los restos arqueológicos para que luego se sigan excavando y se decida si se tienen que museizar o no y cómo se debe hacer.

La menos agresiva

«No podemos paralizar la recuperación del patio», insistió Carreño, que señaló que los dos micropilotes de un lado no afectan a ningún resto importante, pero los otros tres sí. El arquitecto aseguró que no es posible poner otro tipo de cimentación, ya que ésta es la menos agresiva. Los cinco micropilotes tienen siete metros de profundidad para poder sustentar los arcos. «Está claro que hay que excavar más, pero primero hay que ver si la propuesta de actuación nuestra es válida», remarcó Carreño, que aseguró que la decisión de la Ciotupha será «muy importante». «Antes de nada tenemos que tener claro si el patio es viable o no», añadió el director de la obra, que indicó que se trata un espacio muy importante, al que dará la futura recepción del Parador, además de que en la plaza también estaba previsto colocar escaleras y ascensores, que se situarían encima de los restos encontrados.

Carreño defiende que lo que ellos proponen es perfectamente compatible con la conservación de los restos y asegura que el templo romano, tal y como se ve ahora, ya no se podrá ver en toda su magnitud cuando se avance en la obra. Asimismo, remarcó que todo el Castillo es una mezcla de elementos arquitectónicos de diferentes épocas superpuestos y como ejemplo puso que, encima del templo, se habían construido cisternas para recoger agua.

Asimismo, recordó que Turespaña pretende incorporar a la obra del Parador todo lo que va saliendo «pero sin perder la referencia de lo que se está haciendo». Esta postura puede chocar con la de los arqueólogos. Se da la circunstancia de que en esta zona ya se hizo una cata arqueológica en el año 2001 pero no se descubrió el templo romano.

Desde el Consell explicaron ayer que los miembros de la ponencia técnica de la comisión de patrimonio (Ciotupha) visitarán los restos la próxima semana para decidir sobre esta cuestión. Por el momento, remarcaron desde la institución, no hay ninguna decisión tomada y recordaron que, de todas formas, la resolución definitiva será la que se adopte en la comisión política de la Ciotupha, no en la ponencia técnica.

Otros restos que se integrarán o que se han encontrado en las obras son una torre islámica en el futuro spa, unas letrinas islámicas al lado de la Torre de s'Homenatge o unas estructuras pre-renacentistas de los siglos XIII y XIV en el caballero de Santa Bárbara.

Retrasos y sobrecostes muy díficiles de evaluar

El director de la obra explicó que es muy difícil evaluar el sobrecoste monetario y los retrasos que supondrán los cambios de proyecto debido a estos hallazgos arqueológicos. En principio las obras del Parador debían tardar 30 meses y empezaron en abril de 2009. Según Carreño, es muy complicado decir qué porcentaje de trabajos se ha hecho, pero podría ser más de la mitad.

Las obras del Parador tenían un coste inicial de 13 millones y las del aparcamiento de 5. Carreño tampoco se aventuró a decir cuánto puede costar el alargamiento del túnel para llegar al interior del Parador desde el parking, ya que es algo que hace una empresa de ingeniería.

El túnel que conectará con el parking deberá ser 15 metros más largo

Se hará para conservar los restos fenicios origen de la ciudad de Eivissa

Los restos fenicios hallados en el patio de armas del Castillo, que datan del 1600 antes de Cristo, obligarán a construir un túnel 15 metros más largo de lo previsto para conectar el futuro Parador de Turismo con el exterior de las murallas.

En principio se preveía que el túnel, que debe llevar a los usuarios del Parador desde el aparcamiento subterráneo que se construirá en el exterior de las murallas, entrara en el Castillo precisamente por el lugar en que ha aparecido este hallazgo. Ahora, la propuesta que hace Turespaña, y que debe ser aprobada por el Consell, implica alargar el túnel 15 metros para que entre por una enorme cisterna renacentista que se había hallado en la zona y que el Consell en principio quería destinar a usos culturales.

Según explicó el arquitecto Jordi Carreño, este acceso quedará cuatro metros debajo del patio y está más cerca del edificio Poulet. El túnel, en total, baja 35 metros hacia abajo. «Esto nos permitirá recuperar la cisterna, que desemboca en la recepción, con lo que la entrada del túnel será un espacio espectacular», indicó Carreño, que remarcó, que en el interior de la cisterna hay pinturas y se crea un efecto lumínico muy atractivo. Además, la misma cisterna se podría utilizar, según el arquitecto, para exponer restos que se hayan encontrado durante las obras.

Los hallazgos fenicios se museizarán, pero eso se hará más adelante con un proyecto específico, según indicó Carreño, ya que ahora de lo que se trata es de que el Consell se pronuncie sobre si le parece correcto el acceso que proponen desde Turespaña para poder continuar con las obras. De hecho, matizó que luego se pueden hacer excavaciones posteriores para ver cómo se pone en valor toda el área y para decidir si se hará un acceso independiente para visitarlos o si se coloca un vidrio encima para que puedan ser observados desde el patio.

Carreño insistió en la necesidad de que el Consell apruebe la propuesta de nuevo acceso, ya que la «viabilidad» del edificio depende en buena parte de que cuente con un aparcamiento. «Hemos hecho esta propuesta, Turespaña ha aceptado y todo depende ahora de la Ciotupha», explicó el arquitecto, que no sabe qué sobrecoste tendrá este cambio de planes y qué retraso se puede producir, ya que cada vez que hay un hallazgo arqueológico la demora por la tramitación administrativa «es de tres o cuatro meses».

Históricamente, estos restos fenicios encontrados en el Castillo coinciden con el traslado del asentamiento de sa Caleta, declarado Patrimonio de la Humanidad, a la ciudad de Eivissa. Se han encontrado habitaciones y una posible calle.