El Ayuntamiento de Eivissa rechazó ayer de pleno los dos informes encargados por la asociación de empresas de transporte regular de pasajeros, Ibiza Bus, sobre la seguridad y operatividad de la estación del Cetis, y acusó a la agrupación de «intentar generar una alarma totalmente injustificada entre la población».

Así respondió Vila ante los informes presentados por los empresarios que deben operar en la estación y que cuestionan la instalación, tanto en materia de funcionalidad como de seguridad en caso de incendio. El primero fue encargado el año pasado al arquitecto Bartomeu Marc Obrador, miembro de la Asociación de Arquitectos Periciales Forenses, y concluye, entre otras cuestiones, que «esta estación de autobuses no puede ser operativa nunca» porque ha sido construida en un «sótano»; un diseño que implicará que «en los meses de verano, los autobuses tendrán que hacer filigranas para entrar y salir», así como el servicio «se verá perjudicado y, en último extremo, los usuarios lo sufrirán, además de los peligros y riesgos que provocará a los ciudadanos».

El segundo informe, realizado por el ingeniero técnico industrial Ricardo Navas (Pluvia Récords S.L.) analiza la seguridad en caso de incendio y concluye que «el mal diseño» del Cetis «acompañado de la mala decisión de situar la estación en una planta baja (...) aumenta de forma alarmante los peligros para las personas» en el supuesto de incendiarse.

Según el documento, «no sólo se tienen los peligros propios inherentes a un incendio sino que se añaden otros riesgos innecesarios como acumulación de gente en su interior, dificultad de visión de carteles de evacuación, barreras de paso generadas por los propios autobuses, riesgo de atropello, salidas bloqueadas e insuficiencia de la capacidad de las salidas para evacuar la totalidad de las personas que pueden ocupar la estación», cuya previsión es de 1.500 personas.

En concreto, cuestiona las salidas de emergencia, debido a que «parte de las escaleras de evacuación se sitúan al otro lado de la vía por la que circulan los autobuses y genera problemas, desde poder localizarlas hasta alcanzarlas pasando entre los vehículos (...) que dada su altura impiden la visibilidad de la señalización». Por ello, indica que «la gente tendería a salir por las escaleras situadas en la espina central (....) y esto generaría problemas por acumulación de personas en la escalera». En definitiva, el documento concluye que, en caso de incendio, «esta estación de autobuses puede funcionar como una auténtica trampa mortal debido a la acumulación de humos tóxicos generados por la combustión de los materiales que constituyen los vehículos».

Campaña de acoso

Por su parte, el Consistorio recordó que la estación tiene el certificado de final de obra y que los técnicos municipales «han realizado todas las visitas de obras oportunas y han concluido que las mencionadas instalaciones se ajustan estrictamente a los requerimientos que marca la ley en todos los aspectos, lo que, por supuesto, incluye la seguridad». «El equipo de gobierno desea manifestar que este tipo de informaciones interesadas sobre el Cetis forman parte de una campaña de acoso y derribo con claros tintes políticos contra el actual equipo de Gobierno», indicó Vila. «En todo caso, el Ayuntamiento lamenta que se utilicen intereses de tipo político para intentar generar una alarma totalmente injustificada entre la población», agregó. Por último, el Consistorio indicó que el retraso de la apertura del Cetis «se ha debido a una falta de financiación de la constructora y a un problema de filtraciones en el parking subterráneo y, en ningún caso, a la obra de la estación de autobuses».

Luquin: «Nuestro deber es decir los problemas y documentarlos»

El portavoz de Ibiza Bus, Javier Luquin, aseguró que los informes fueron encargados «a gente con solvencia profesional para que luego no digan que es un planfleto» y destacó que ambas documentaciones fueron enviadas tanto al Ayuntamiento como al Consell, debido a que la máxima institución es la que gestiona el transporte público de la isla. «Nuestro deber es visualizar los problemas, decirlos y documentarlos», destacó, e indicó que desde el Consell le aseguraron que pedirían «explicaciones» a Vila. «Lo que dice el perito de incendios es preocupante y nosotros lo único que queremos es que se aclaren las cosas, porque el problema en el transporte es que, si pasa algo, luego se llega tarde», agregó. Por su parte, desde el Consell indicaron que «no le corresponde hacer ninguna valoración» y que el Ayuntamiento «está haciendo lo que tenga que hacer».