Marcos Juan, en las instalaciones de Golf de Ibiza, minutos antes de la entrevista.

Con sólo tres años, Marcos Juan cogió un palo y una pelota de golf para empezar a dar sus primeros golpes, pero fue con siete cuando empezó a asistir a clases. «Jugaba los fines de semana. Se hizo un buen grupo de niños; éramos unos 60, de los que seguimos jugando unos 11. Recuerdo que había muy buen ambiente entre nosotros», explica este joven en las instalaciones de Golf de Ibiza.

Con los años empezó a practicar además de golf, natación, tenis y atletismo. Finalmente llegó la adolescencia y el momento de tomar decisiones. «Siempre he pensado que, cuando eres pequeño, es recomendable practicar diferentes deportes porque así ejercitas músculos de casi todo el cuerpo. Cuando fui creciendo tuve una época de toma de decisiones, así que me fui a la residencia para deportistas Joaquín Blume de Madrid para especializarme en golf y, la verdad, es que la experiencia fue fantástica porque éramos una gran familia».

Y así fue cómo, con los años, se convirtió en jugador de golf profesional, tercer campeón amateur del mundo por parejas, campeón absoluto de Balears y monitor de este deporte en el Golf de Ibiza ofreciendo unos cursos de diez horas para grupos de entre seis y ocho personas por 160 euros, cifra que incluye palos y bolas. «Teniendo en cuenta que una hora privada de golf cuesta 60 euros, este curso sale por 16 euros la hora», precisa Marcos Juan, quien asegura que en la isla faltan tareas de promoción de este deporte, razón por la que se plantean preparar jornadas de puertas abiertas para adultos y niños: «Así se daría más a conocer qué es el golf. Es una manera, además, de desestacionalizar el turismo porque ahora vienen turistas a jugar al golf fuera de la temporada de verano, pero creo que a nivel de promoción se podría hacer mucho más ofertando, por ejemplo, paquetes turísticos con estancia y golf».

Para este joven, el golf es un deporte completo con el que nunca dejas de aprender: «Estás en contacto directo con la naturaleza. Además, está considerado como el más difícil de dominar porque hay muchas variables que entran en juego, como la posición del hoyo, el viento o el mismo campo, que no es del todo plano. Por ello pienso que es un reto intentar dominarlo; creo que ahí está su gancho». Y añade: «A esto se suman relaciones sociales bastante fuertes». Como consejo para quienes empiezan en el golf, o bien se lo plantean, «lo más importante es tener constancia, dedicarle horas y algo de talento».