Sant Antoni inició en 2007 la tramitación del proyecto del nuevo cementerio de sa Pedrera ante el Consell y tras llegar al Govern, en 2008, empezó un «calvario» de informes, documentación, reuniones y retrasos que, aún hoy, tres años después, continúa.

Ésta es la denuncia del concejal de Participación Ciudadana, Vicent Costa Maymó, que recordó que el actual recinto funerario data de 1919 y que la nueva infraestructura «es una verdadera necesidad». «El cementerio está desbordado, no creo que sepamos la cantidad de difuntos que hay allí enterrados en más de 4.000 tumbas. Sant Antoni tiene unas 120 defunciones por año, y el cementerio no puede crecer porque se ha rodeado del casco urbano. Y si antes en la isla había una costumbre de enterrar a los familiares juntos, hoy en día en Sant Antoni se está haciendo por necesidad», aseguró.

Según una cronología elaborada por el Consistorio, el proyecto ha recorrido en los últimos tres años diversos departamentos del Govern con el objetivo de lograr la declaración de interés general. Ha pasado por la Conselleria de Salut i Consum, Recursos Hídricos, la Comisión balear de Medi Ambient, el subcomité de Impacto Ambiental, el Departamento de Residuos y Atmósfera, y el Departamento de Canteras. «Pero nuestro asombro fue mayúsculo cuando en enero nos llega una carta de la Dirección General de Medi Ambient que nos dice que el órgano competente para el informe es ahora la Dirección General de Biodiversidad. Y que nos requieren toda la documentación presentada hasta el día de hoy. Llevamos cinco o seis años y no hemos avanzado nada», se quejó el concejal, para quien no ha pasado desapercibido el proyecto de Vila para construir un tanatorio y un crematorio [ver apunte]. «Y mi sorpresa también fue mayúscula al ver que otro ayuntamiento ha podido tramitar un tanatorio y un horno crematorio tan rápido y que tenga todo previsto como parece que lo tiene. Es envidia sana», afirmó.

Cabe recordar que la propuesta de Sant Antoni prevé instalar un recinto funerario en una parcela de 32.500 metros cuadrados de la cantera de sa Pedrera (Can Talaias). La superficie útil será de 7.500 metros y allí se ubicarán 4.000 sepulturas, un edificio destinado al tanatorio, sala multiconfesional, tanatopraxia y un horno crematorio. La inversión prevista es de 6 millones de euros.

En la finca hay una zona declarada como Àrea Nautal de Especial Interés (ANEI) que, según Maymó, «no se va a tocar en absoluto». «Toda la construcción estará única y exclusivamente en el interior de la cantera, que está abandonada», concluyó.