Un momento del coloquio celebrado ayer.

Elena, Josu, Jonathan, Nerea y las profesoras Vicky y Elsa acudieron ayer a la sede de la ONCE en Eivissa para participar en el coloquio final sobre el proyecto de concienciación sobre la discapacidad física 'Antifaz y Ruedas' que desarrollan los alumnos de primer curso de bachillerato del Xarc desde principio de curso. A esta mesa redonda también se sumó parte del equipo docente de este instituto, Mariano Torres, director de la ONCE en Eivissa, y Salvador Losa, concejal de Juventud de Santa Eulària.
«Creo que hay dos líneas importantes de debate a tener en cuenta. La primera de ellas es que estos chicos y chicas serán los futuros representantes políticos, arquitectos municipales y otras profesiones que deberán comprender y tener en cuenta las características especiales que puede presentar la población. Además pienso que, como ciudadanos, nos ha servido para tomar conciencia a la hora de no dejar obstáculos en la calle, como carritos de la compra o motos en las aceras», explicó Vicky para abrir la puesta en común de sensaciones que tuvieron al estar todo un día sin ver o sentados en una silla de ruedas.
«Creo, además, que es una introspección personal muy importante porque aprendes a ponerte en la piel de la otra persona y se trabaja en la confianza en los demás [los alumnos con los ojos vendados iban acompañados de un guía]», precisó Vicky. Para Josu, lo más complicado de estar privado del sentido de la vista fue el simple hecho de intentar caminar en línea recta: «Pensaba que caminaba recto, pero me iba hacia la carretera».
Al sentirse privados de un sentido al que estaban acostumbrados, estos alumnos y sus profesoras agudizaron otros, como el tacto y el oído. «Yo era guía y me di cuenta de que las personas que no veían no necesitaban tocarte, que sólo con escuchar mi voz sabían si estaba delante o detrás de ellos», afirmó Elena.