El departamento de Obres i Urbanisme del Consell de Formentera no tiene constancia de que se haya solicitado ningún tipo de permiso para justificar la modificación actual de Can Marroig, un edificio que el Govern balear públicamente había dado por rehabilitado en julio de 2009. Bartomeu Escandell ,responsable del área, señaló ayer que «no consta que se haya pedido permiso para lo que están haciendo y, si no han pedido el final de obra, es porque entienden que no están terminadas, que siguen en proceso de ejecución».
Esas afirmaciones entran en clara contradicción con los anuncios del entonces conseller de Medi Ambient del Govern balear, Miquel Àngel Grimalt, que el 8 de julio de 2009 afirmaba públicamente: «Como se puede comprobar, la obra en sí ya está finalizada y el edificio está a punto para poderle dar un uso o usos concretos, sólo falta el último paso, equipar la instalación».
Administrativamente, la Conselleria de Medi Ambient no ha solicitado el certificado de final de obras por lo que entiende que los trabajos no están acabados,aunque oficialmente los diera como tal hace más de un año y medio. En consecuencia, desde Formentera no se puede hacer más que pedir explicaciones de qué está sucediendo con las obras de acondicionamiento de la antigua casa de Can Marroig como Centre d'Interpretació del Parc Natural de ses Salines.
Escandell afirmó que se pedirán de forma urgente explicaciones al conseller Gabriel Vicens para que dé cuenta del por qué de las obras actuales y de los retrasos en las promesas respecto al equipamiento y museización del centro
Para Formentera es preocupante que en espacios emblemáticos como Can Marroig, por el hecho de que sea el Govern el titular de la finca y el promotor de las obras, no se les informe ni consulte en una cuestión tan importante. «Y como no nos consta que hayan pedido permiso para lo que están haciendo ahora -dijo Bartomeu Escandell-, además de pedir explicaciones, esperaremos a que soliciten el final de obra para comprobar si lo que han hecho se ajusta al proyecto inicial».
A los cambios que se están llevando a cabo ahora se añade el grave deterioro de la casa, aspecto éste que ha sido reiteradamente denunciado por este rotativo, señalando la existencia de ventanas y maderas rotas, rejas oxidadas, espacios convertidos en excrementos de aves, placas solares oxidadas, barandas de cristal caídas y enlucidos que se han desprendido por todas partes.

El Consell lo desconoce
Desde el Consell se ha indicado, mediante nota de prensa, que se tiene constancia de que la casa de Can Marroig «tiene unos desperfectos por lo que respecta a la pintura, alguna madera rota y que precisa pequeñas reparaciones. Pero en ningún caso nos consta -asegura el comunicado del Consell-, que se estén llevando a cabo obras y si así fuera, entendemos que el promotor de la mismas, el Govern balear, actuará con las licencias oportunas».

Las promesas de hace un año y medio
En su visita a Can Marroig en julio de 2009, Miquel Àngel Grimalt anunció que las actividades educativas relevarían al destino inicial del estudio sobre el 'virot' ya que «los usos de la finca de Can Marroig serán los que el Consell y Govern consideren los más adecuados». En este sentido, Grimalt avanzó una exposición permanente, un centro de interpretación, una aula de educación ambiental. Además, un ala del edificio se habría cedido a la Conselleria de Innovació para desarrollar actividades de investigación relacionadas básicamente con la posidonea oceánica, mientras que en el edificio exterior e independiente se convertiría en el lugar de albergue para grupos escolares que visiten Can Marroig a fin de desarrollar actividades medioambientales.