El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, apunta que algunos de los trabajos que realiza la institución no se ven complementados con la participación ciudadana por lo que, a medida que se peatonalizan calles o se hacen trabajos de embellecimiento, «sin colaboración ciudadana es imposible eliminar todo el cableado que cuelga por las fachadas de las viviendas».
«Nosotros procedemos a colocar todas las tuberías para que los tendidos estén soterrados, pero hay una segunda parte que compete a los particulares, y a ellos no les podemos obligar a soterrar los tendidos», explico Ferrer.
Señaló que en las peatonalizaciones o embellecimientos que se han hecho, como en la calle Salou de Sant Ferran o en diversas calles de Sant Francesc, «basta con que un solo propietario se niegue a soterrar sus cables para que, aunque 20 o 30 sí quieran hacerlo, sea imposible porque Endesa elimina una línea al sustituirla por otra pero no acepta mantener dos cuando en una de ellas sólo hay un usuario».

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Ello comporta que, cuando no se han aprovechado las obras, si se quiere mejorar el aspecto de las calles habrá que volver a levantar las calles y «realizar un trabajo posterior de soterramiento, cuando por fin todos los vecinos de cada calle estén de acuerdo en hacerlo».
Un ejemplo es que hace unos días tuvo lugar una reunión en es Caló en la que participaron los residentes y el equipo técnico, empresa y director de obra, «a fin de ponerse de acuerdo para aprovechar el trabajo de soterramiento para retirar los cables de techos y fachadas de las viviendas».
Para el presidente del Consell, era básico que todos los vecinos estuvieran de acuerdo y por eso confiaba en que «se pueda proceder a eliminar los cables de las fachadas porque es un trabajo muy importante para dar una imagen inmejorable».