Uno de los perros indica a su amo la presencia de una pieza. | Marco Torres

Los aficionados a la caza de Eivissa vivieron este domingo una jornada de fiesta con la celebración, en las instalaciones del polideportivo de es Cubells, de una jornada de hermandad de todas las sociedades de cazadores de la Isla.
Los platos fuertes de la jornada (dejando de lado la gran paella para 500 comensales) fueron sendas exhibiciones de trabajo de campo con perros de muestra y cans eivissencs.
Quienes acudieron a la cita pudieron disfrutar con las muestras de sigilo y cautela de que hicieron gala los primeros. Resultaba curioso ver cómo se desenvolvían por el recinto acotado, primero localizando a sus presas, después marcándolas con la clásica pose de encoger una de las patas delanteras, y posteriormente acercándose con las mayores precauciones hasta que se encontraban a una distancia lo bastante corta como para sorprender a sus víctimas.
En el caso de los podencos ibicencos, la estrategia parecía mucho menos preparada, si bien el trabajo en grupo de los canes no es, ni mucho menos, fruto de la improvisación y sí de un buen entrenamiento y un instinto desarrollado.
Numeroso público se acercó hasta es Cubells para seguir estas demostraciones y, en muchos casos, disfrutar de la posterior comilona.