El huerto lleno de hortalizas y verduras de la Apima del colegio L'Urgell de Sant Josep abrió la comitiva carnavalesca. | DANIEL ESPINOSA

Unas pequeñas fresas del huerto de la Apima del colegio L'Urgell de Sant Josep abrieron ayer la primera rúa carnavalesca del municipio en la que participaron alrededor de 500 personas y se repartieron 2.750 euros en premios.

Puntuales y con paso más bien ligero, el huerto de L'Urgell abrió la comitiva carnavalesca en las instalaciones de este colegio para recorrer durante algo más de tres cuartos de hora las principales calles del pueblo.

Además de fresas, en este huerto tan especial de L'Urgell se podían encontrar unos grandes espantapájaros, acompañados de labradores de campo y verduras y hortalizas, como berenjenas, zanahorias de muy buen color y tomates. Detrás del campo de este cole se encontraban los trogloditas del colegio Verge de les Neus, seguidos de un camión con música en el que había sentadas muchas abejitas de la Apima del colegio Es Vedrà de Sant Agustí. Ya caminando, las abejas más mayores seguían el ritmo de la música al tiempo que los recolectores de miel ofrecían un poquito de este alimento tan dulce, recogido en Sant Agustí.

Los siguientes en seguir el ritmo fueron las estrellas llenas de color de la Apima del colegio de Sant Jordi que no pararon de bailar. Unos metros más atrás se encontraba un Bob Esponja muy casero que abría paso a los caramelos m&m's de la asociación de vecinos de Cala de Bou.

A su paso por Sant Josep fueron muchos los niños que quisieron sentir al máximo la magia del Carnaval, por lo que optaron por ver la rúa vestidos de princesas, de piratas o de animales de peluche. Eso sí, pocos papás y mamás se animaron a enfundarse en trajes de sus superhéroes preferidos. «Nuestra hija se llama Ana María. Tiene tres añitos y la hemos vestido de princesa de las muñecas Bratz, que le encanta», explicaron Mariela y Estanislao, los progenitores de esta pequeña.

Después del desfile, la fiesta se trasladó al párking de al lado del ayuntamiento, donde los pequeños merendaron y bailaron