La residencia para discapacitados y enfermos mentales de Sant Jordi, que arrastra un considerable retraso, se inaugurará antes de final de mes. Así lo avanzó ayer la consellera portavoz, Patricia Abascal, quien indicó que ya se han hecho todas las pruebas de obra y ahora se comenzará con todo el proceso de limpieza y adecuación.
Los primeros en estrenar las instalaciones serán los usuarios de los centros de día de salud mental y de personas discapacitadas, dos servicios que ya están en marcha actualmente y que se trasladarán progresivamente a este nuevo edificio. Más adelante, ya en abril, podrán entrar las personas que estén pendientes de una resolución de dependencia.
Abascal recordó que se trata de un centro «muy necesario» y que las familias han estado «muy pendientes» de la obra, que ha sufrido diferentes problemas. «Han tenido muchísima paciencia», reconoció la consellera, que recordó que la apertura de este centro dejará libre también el edificio de Cas Serres, lo que permitirá trasladar hasta allí el centro ocupacional que ahora se ubica en la Cruz Roja.
El traslado de material comenzará la semana que viene y desde el Consell calculan que el centro de día de salud mental será «más fácil» de trasladar. A día de hoy falta la licencia de apertura, pero Abascal cree que no habrá ningún problema para conseguirla en breve.
Respecto a la residencia de SantAntoni, calculó que en dos meses podrá estar en marcha, ya que está a punto de darse el final de obra. También falta la conexión de Gesa, aunque el Ayuntamiento de Sant Antoni ya ha hecho la zanja necesaria. Paralelamente se está sacando a concurso la compra del mobiliario.