El podador profesional Joan Coll hizo una demostración práctica sobre cómo se podan los olivos centenarios. | DANIEL ESPINOSA

En el campo no hay nada fácil. Generalmente, en Balears, el cultivo del olivo ha sido marginal. Nosotros, en Mallorca, en los últimos años hemos hecho recuperación de estos árboles y la verdad es que hemos conseguido un aceite de muy buena calidad. No teníamos mucho conocimiento sobre el resultado; fue una especie de experimento, pero al final se han recuperado los olivos y ya están produciendo», explicó Joan Coll, un podador profesional mallorquín que visitó ayer Eivissa para impartir una jornada sobre la recuperación y poda de los olivos más antiguos de la isla, organizada por el Consell d'Eivissa.

En total, asistieron cerca de 60 personas repartidas en tres turnos que visitaron con este profesional los olivos ubicados en la finca can Toni Negre de Sant Joan.

«Para recuperar olivos centenarios o milenarios hay que tener en cuenta diferentes cosas, por ejemplo, el terreno: si es rico en materia orgánica o si hay que hacer aportaciones de abono. También hay que tener en cuenta que en los últimos años se han disparado las enfermedades en los cultivos y hay que controlar las diferentes plagas, como mascarilla o algún otro bicho que se los come», explicó este podador profesional. «Hay unos pasos básicos: cultivar, abonar, sulfatar y podar. Es una cadena que hay que seguir en la que si algún engranaje falla, el producto final también falla».

A los olivos que estaban más abandonados, Joan les hizo una poda profunda: «Se llama poda de renovación vegetativa que quiere decir que la próxima primavera, cuando rebrote, saldrán ramas nuevas. Lo que da fruto siempre son las ramas nuevas». Este profesional explicó, además, que no hay que dejarse guiar por la floración: «Que las ramas echen flor no significa que vaya a tener aceituna. Después de la floración tiene que haber una buena polinización». Otro de los datos más curiosos que aportó Joan es que después de un año muy productivo, los olivos descansan: «Después de mucha producción sufren estrés y ellos mismos deciden no dar frutos para así descansar», concluyó.