Carlos Oliver, en la presentación de las vivienas del pasado febrero. | UH

-¿Cómo ha condicionado Sant Ferran y Formentera la propuesta de las VPO?
-El proyecto es el resultado del estudio exhaustivo de las condiciones del lugar: vientos dominantes, orientación, lluvia, contexto urbano, materiales e industrias disponibles, etc. La arquitectura tradicional ha sido una referencia constante, no como forma, si no como manera de trabajar, desde la escasez de recursos y con lo que tienes a mano.

-¿La idea es extrapolable a otro lugar?
Las ideas son extrapolables; el edificio, no. De hecho, en el Instituto Balear de la Vivienda hacemos todo lo posible para que esta línea de trabajo esté presente en todos los proyectos que se están desarrollando actualmente, aunque los redacten otros técnicos. El proyecto de Formentera ejemplifica nuestras ideas sobre la vivienda colectiva.

-¿Cuáles son las principales diferencias, aspecto económico aparte, entre las VPO y el resto de viviendas?
-En realidad, en su limitación de espacio, las VPO del Ibavi son iguales o mejores que una vivienda del mercado libre. Por un lado, hay más organismos de control que aseguran el cumplimiento de la normativa. Por otro, y esta es la mayor diferencia, el proyectista no está sujeto a las convenciones o prejuicios del mercado inmobiliario, por lo que se puede plantear libremente como debe ser la vivienda hoy en día. A partir de ahí, depende de la capacidad de cada arquitecto de descubrir cuáles son las verdaderas necesidades de la gente y convertirlas en su obsesión personal.

-Diseño, confort, eficiencia, ética... ¿Cuál sería el orden que definirían su propuesta arquitectónica?
-Es un todo indivisible. Lo ético es que el confort y la eficiencia sean los objetivos. El diseño, es la herramienta para conseguirlo, nunca un fin en sí mismo. Lo contrario puede llevar a un diseño superficial.

-¿Cuáles son las referencias materiales que más han condicionado el proyecto?
-La arquitectura tradicional son las gafas para mirar de cerca. Con ellas, buscamos que hay en la isla que podamos usar. Las sabinas por suerte están protegidas, y las canteras de marés agotadas, así que nos queda lo que llega por mar: algas y barcos. El proyecto parte de un estudio de mercado para evaluar la incidencia del coste del transporte de las partidas más importantes

-¿Las VPO de Sant Ferran están pensadas para algún perfil concreto de personas y si es así, cuál es ese perfil?
-Cualquiera podría disfrutar de estas viviendas. Requieren, sin embargo, un «feedback» para aprovecharlas al 100%. Si se aprenden a utilizar correctamente, abriendo y cerrando cuando toca las persianas, ventanas y contraventanas, no necesitas aire acondicionado en verano y muy poca calefacción en invierno. También se recomienda no verter residuos tóxicos en la ducha, porque es el agua que te va a salir por la cisterna del wáter, una vez tratada con un sistema de fito-depuración, claro.

-¿Cree que la arquitectura y el urbanismo que se realiza actualmente en Formentera está a la altura de su arquitectura tradicional y de su paisaje?
-Que va. La mayoría de nuevas edificaciones podrían estar en cualquier sitio. Al menos no se han pasado con la altura. Esto es muy importante, porque hace muy fácil el arreglo: con un poco de pintura blanca y un poco de compresor aquí y allá, esto quedaba precioso.