El paseo de Vara de Rey, el entorno de la Plaza del Parque y la calle Jaume I (al pie de las murallas) se convertirán en una gran plataforma peatonal unida por un pavimento de carácter pétreo y un recorrido de palmeras que se combinarán con el arbolado existente. El objetivo es que el centro neurálgico de Vila se asemeje a las plazas principales de muchas otras ciudades europeas donde la eliminación del tráfico rodado ha dado lugar al «confort» de los viandantes.
La alcaldesa de Vila, Lurdes Costa; el concejal de Núcleo Histórico, Marc Costa; y el arquitecto Iñaki Alday, presentaron ayer el proyecto definitivo para la reforma de Vara de Rey, Plaza de Parque y su entorno, que financiará el Consorci Eivissa Patrimoni con 3,9 millones y que comenzará a ejecutarse en octubre, después de la temporada turística. La previsión es que esté finalizado para mayo de 2012, tras siete meses de ejecución. Se trata de una reforma que demandará un cambio integral de vialidad y el sentido de las calles que rodean la zona de actuación, y una organización de los usos para la reubicación de las terrazas y el acceso para los vehículos de carga, descarga y de emergencias.
El diseño que se aplicará en la reforma responde al proyecto ganador del Concurso de Ideas organizado para este fin. Alday es uno de los arquitectos del equipo y fue el encargado de detallar la propuesta, cuya finalidad es «recuperar este espacio para el ciudadano, establecer una nueva relación entre los lugares públicos que ahora están triturados por el tráfico y hacer un cambio de paradigma en cuanto a la reutilización de los materiales, el reciclaje y la energía», afirmó.
Para ello, según Alday, se realizará «una gran intervención del espacio público urbano que tendrá una gran impacto en la convivencia y en la economía». El arquitecto explicó que, tras las obras, Vara de Rey tendrá un aspecto continuo «de una fachada a la otra», que aumentará su utilización por parte de la ciudadanía, ya que el uso actual es «mucho menor» del que podría tener «por la ocupación tan importante que tiene el asfalto y la barrera que supone».
Desde este paseo surgirá esta gran plataforma peatonal que unirá Vara de Rey con la Marina, con Plaza de Parque y con el nuevo espacio a pie de la muralla que ahora es una aparcamiento (Calle Jaume I) y un espacio muy castigado por el acceso a Dalt Vila». El mismo aparecerá «como una nueva plaza», que en el proyecto se denomina 'Sota Vila'.
Según el arquitecto, este nuevo «espacio único» significa una nueva organización de los usos de la zona. En este sentido, detalló que los ámbitos junto a las fachadas quedarán libres para el acceso a los comercios y a las viviendas, así como también se liberarán y delimitarán pasos se servicio para vehículos de emergencia y de carga y descarga. Las terrazas también se reubicarán más alejadas de las fachadas y, en medio, quedará «el espacio público libre del paseo».
Asimismo, «plantaciones de palmeras» formarán un recorrido desde Vara de Rey hasta la nueva plaza peatonal, ubicada al pie de murallas y bajo el baluard Sant Pere, que se convertirá «en la secuencia natural de ampliación de la Plaza del Parque». En cuanto al nuevo arbolado se propone plantar 58 nuevas unidades que se sumarán a las existentes. Además, según Alday, el proyecto contempla el mantenimiento del mobiliario, como los bancos históricos y el monumento de Vara de Rey, así como la reutilización de elementos como las farolas.
El paseo se alimentará energéticamente de un pérgola que se instalará junto a la parada de autobús.
Sobre el pavimento, el arquitecto explicó que se reciclarán «todos los elementos de piedra que hay ahora en este espacio» ya que se trata de «una piedra maciza de buena dimensión y de buena calidad». «Al principio de la obra la sacaremos y la recuperaremos», destacó.

Nueva movilidad
En este sentido, detalló que para el pavimento se utilizará una «solución similar a la que se ve en el entorno del Coliseo romano de Nimes, en el que la piedra sobre un soporte de hormigón constituye el material donde pisamos». Según Alday, lo «sensato» es utilizar «materiales que sean económicos, duros, resistentes y que se puedan mantener bien y reparar».
Por último, cabe destacar que la peatonalización de la zona no sólo consistirá en un cambio si no también en un acceso restringido para los vehículos. Así, el tráfico que ahora circula por Vara de Rey se trasladará a la calle paralela, Bartomeu Vicent Ramon, que cambiará de sentido y que, en su intersección con la avenida Bartomeu Ramon i Tur, tendrá el puesto de control de acceso.
Esta última será de doble sentido, al igual que su continuación hacia Dalt Vila, la avenida Comte Rosselló, que permitirá así el acceso a la Marina y la conexión con las calles Pere Sala (doble sentido) y Avicena (cambio de sentido) que permitirán la entrada del tráfico a la ciudad amurallada por el túnel.

Vila asegura que el futuro parking Reina Sofía dará servicio a la zona
Según la alcaldesa, Lurdes Costa, «no fue fácil» adoptar la decisión de eliminar los vehículos. «Aún tenemos esta mentalidad de que no tenemos dónde aparcar, dónde llegar, pero en cambio tenemos sobrados ejemplos: No hay plaza principal ni central de una ciudad por la que pasen los coches», destacó Costa. Asimismo, el concejal de Núcleo Histórico, Marc Costa, indicó que la pérdida de aparcamiento en Vara de Rey se verá compensada con el futuro proyecto del parking Reina Sofía, donde se generarán 350 nuevas plazas. Asimismo, también recordó el nuevo parking de es Pratet «que da servicio al centro histórico». Todos distan de Vara de Rey, entre 250 metros y 300, como mucho», agregó. Tanto la alcaldesa como el concejal destacaron que el proyecto fue consensuado con vecinos y comerciantes, y que las modificaciones en la movilidad se realizaron de forma conjunta con la Policía Local.

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