La diputada de Eivissa pel Canvi (ExC) Marián Suárez reconoció ayer que apoyar al Govern y no contar con un conseller dentro de ese gobierno «fue un error» y les «quitó fuerza» para conseguir sus reivindicaciones. Suárez, que hizo ayer balance y autocrítica de su gestión parlamentaria, también resaltó que la capacidad de influencia de ExC podría haber sido mayor de no haber estado condicionada por los pactos.

La diputada también se refirió a la enmienda que en su día presentaron para mejorar la financiación del hospital residencia Cas Serres en 4 millones. Finalmente en la negociación aceptaron que llegaran 500.000 euros, pero Suárez reconoce que si volviera a encontrarse en la misma situación, no volvería hacer lo mismo y habría mantenido la enmienda. «Al final acabamos perdiendo una oportunidad importante, pero son cosas que da la experiencia», explicó la diputada, que cita como una de sus grandes frustraciones el hecho de que no se haya podido aprobar la ley del suelo pese a que estaba muy avanzada la negociación con UM porque coincidió con el estallido de todos sus casos de corrupción y su salida del Govern.

Asimismo, reconoció que las leyes que le han hecho «sentir peor» son dos en las que PP y UM juntaron sus votos: la que dio vía libre al campo de golf de Son Bosc y la que permitió la legalización de los urbanizables de Platja d'en Bossa, ses Variades y Cala Tarida. En este último caso fue una «tramitación dolorosa» porque tuvieron muchos problemas para consensuarla con el PSOE y luego resultó que PP y UM frustraron ese acuerdo.

De las leyes que se siente más orgullosa son la que protegió Benirràs y Roca Llisa, aunque «el consorcio aún no se ha puesto en marcha» y la de servicios sociales, que es «pionera».

Aseguró que como integrante del Grupo Mixto ha sufrido con «crudeza» la corrupción, ya que por él pasaron el encarcelado Bernat Vicens y el imputado Josep Juan Cardona.

Cree que ExC ha contribuido a que en Balears haya una conciencia «clara» de las deficiencias que sufre Eivissa y también aseguró que cuando llegó al Parlament se sorprendió por el «tono bronco y maleducado» que se empleaba. «Yo venía de un instituto de secundaria y me sorprendieron las formas», añadió.

Buenas palabras para Esperança Marí

Pese a que es notoria la mala relación entre ERC y ExC, Marián Suárez alabó ayer la labor de su compañera y diputada Esperança Marí (ERC), de quien dijo que ha hecho «un excelente trabajo» y que es «comprometida y rigurosa». «Es un balance del trabajo de la legislatura y me quedaré aquí», dijo Suárez, que no quiso entrar en el fondo de la cuestión.