Nilo Merino es uno de los grandes protagonistas de la fotografía actual

Algo tímido al principio pero luego accesible y simpático, el cántabro Nilo Merino es uno de los grandes nombres de la fotografía española con tan sólo 16 años.

Este joven autodidacta, residente junto a sus padres y sus dos hermanos en la «contaminadísima ciudad de Torrelavega», como él mismo la define, está por primera vez en Eivissa y lo hace como una de las grandes estrellas las jornadas IbizaFoto Cracks que está organizando la Asociación Ibiza Foto Club en el Palau de Congressos durante el fin de semana.

Aún así tiene tiempo casi a la carrera para charlar en uno de los descansos y confesar entre risas que lo que más le gusta son «las fotografías nocturnas, las de viajes y otras que no se pueden decir».

Sin embargo, ahora sus campos de actuación se dirigen más hacia el Time-Lapse, (una secuencia de vídeo acelerada en el que los acontecimientos suceden a una velocidad mucho más rápida de lo normal), lo que le ha llevado a trabajar en Estados Unidos en un mediometraje de 45 minutos junto a uno de los grandes en este mundo, Tom Lowe.

Algo que asegura con modestia «surgió un poco por casualidad, ya que sólo me puse en contacto con Lowe para pedirle un consejo a través del correo electrónico, y él enseguida me dijo que buscaba gente joven y que si quería trabajar con él, y claro, no me lo pensé ya que era mi gran oportunidad de viajar a Estados Unidos a aprender».
Desde entonces, su trayectoria ha sido imparable, con la publicación de trabajos suyos en distintos medios como Naturaleza Salvaje, Superfoto Naturaleza o FotoNatura, y con distintos premios y menciones como el segundo de la categoría Joven Fotógrafo del año de la prestigiosa revista británica Digital Camera o el Wildlife Photographer of the Year del Museo de Historia Natural de Londres y la BBC. Sin embargo, ahora confiesa entre risas y mirando al mar que «todo esto me está agobiando un poco, porque hoy estoy en Eivissa, luego me voy a Holanda, después vuelvo al País Vasco y la Rioja y en seguida me marcho otra vez a Estados Unidos y así no se puede vivir».

Sin embargo, aún tiene tiempo para lanzar un par de consejos a los jóvenes aspirantes:«poner entusiasmo a todo lo que hagas y disfrutar a tope con lo que hagas porque sin felicidad no hay nada».