Un recibo de la cuota mensual de la asociación que data de mayo de 1928.

En el año 1906 existían muchas inquietudes entre la juventud ibicenca de la época. Fue éste el motivo que llevó a los jóvenes a agruparse y formar varios círculos sociales y culturales en los que se organizaban para realizar todo tipo de actividades. Tres ejemplos de ellos fueron el Círculo X, el Círculo Artístico y el Círculo Balear.
En 1918, el presidente del Círculo X realizó un escrito en el que expresó su «deseo de realizar la unión de todas las sociedades de Eivissa». El objetivo era «fundar una sola y única asociación con el nombre de Casino de Ibiza». En el escrito se mostraba la convicción de «la gran mejora que representa la creación de un centro en el que queden fusionadas todas las sociedades existentes en Eivissa, cuya fusión representaría un verdadero progreso para nuestra ciudad».
La sociedad no quedaría constituída hasta el 2 de febrero de 1923, fecha de la que data el primer acta de la asociación. Sin embargo, el «contrato de inquilinato», como reza el documento por el cual la asociación alquiló el primer piso de la antigua calle Olózaba sita en el bario de la Marina, data de 1912. En aquellos años se pagó un total de 480 pesetas anuales por el inmueble ubicado en los andenes del puerto de Eivissa, motivo por el cual, también fue denominada a este sociedad, Casino des Moll.
Juan Torres Roig, antiguo presidente del Círculo Artístico, sociedad de la que heredó el Casino de Ibiza los estatutos y gran parte de los socios, fue su impulsor.
Los documentos que datan de aquellos primeros años de la asociación reflejan que jóvenes de todas las profesiones como militares, carpinteros, médicos, comerciantes, herreros, albañiles, etc. constituían este elenco de inquietos por la cultura del momento. Las actas del momento reflejan las celebraciones de fiestas, reuniones, charlas, clases de música e incluso teatro.

Recopilación
Esta es la historia del Casino de Ibiza que ha recopilado su actual presidente, Evelio Minuesa González, gracias a la documentación antigua que todavía alberga el emblemático edificio que acogió y acoge a esta asociación.
Minuesa lleva menos de un año como presidente, sin embargo es socio del Casino desde 1973 y tiene una amplia perspectiva de la evolución de esta sociedad.
«Hubo una serie de directivos como Evelio Marí, Palerm o el ex alcalde Prats, que en los años 70 se ilusionaron con esta asociación y me lo contagiaron a mí», reconoce Minuesa.
Según el actual presidente del Casino des Moll, los años 70 y 80 fueron realmente buenos. «Teníamos un grupo de teatro, venían personalidades como el presidente del colegio de arquitectos a dar charlas sobre las cuestiones que preocupaban a la juventud de la época y se celebraban muchas fiestas con diferentes motivos».
Entre los problemas que preocupaban, y que se trataban en las charlas, destacaba por encima de todos el de las drogas. «Acababan de llegar los hippies a la isla y aunque ellos no vendían estas sustancias, las utilizaban para el autoconsumo, todos sabíamos que tomaban marihuana y LSD, eso causó mucha preocupación, sobre todo entre los padres».
Sin embargo, el recuerdo que guarda Minuesa de aquellos jóvenes tan distintos que comenzaron a poblar Eivissa, no es del todo malo. Afirma que supusieron una revolución. «Era gente muy culta que se peinaba y vestía de un modo muy diferente y que trajeron una nueva moda y mucha cultura, nada malo».
En los años 80, el Casino llegó a alcanzar los 435 socios, «uno de los momentos de oro de la asociación, sin duda», valora hoy su actual presidente.
Fue a partir de 1990 que empezó a bajar la trascendencia de esta asociación cultural. «Intentamos animar a que las nuevas generaciones se apuntaran. Muchos socios, como yo, intentamos organizar teatro para la juventud, e incluso apuntar a nuestros hijos. Les llegamos a comprar un equipo de música para que organizaran y celebraran aquí sus propias fiestas, pero no cuajó. Las discotecas tiraban mucho más que el Casino de Ibiza», asiente.
Evelio Minuesa aceptó presidir el Casino de Ibiza, que actualmente cuenta con 110 socios, recientemente. Su objetivo es «limpiar la sede, poner en funcionamiento los bares, arreglar la biblioteca y, sobre todo, recuperar las actividades que hacíamos en los 70, como las charlas, las clases de música o las excursiones de todos los socios a Formentera».

«Los hippies trajeron mucha cultura a Eivissa»
Evelio Minuesa llegó a la isla procedente de Cuenca en los años 70. Lo trajo su profesión, Ayudante de Técnico Sanitario (A.T.S.), que desempeñó en el Ayuntamiento de Eivissa. Atendía a los funcionarios de la institución, pero también a una parte de la población que le asignaba la Seguridad Social.
Minuesa asegura que, debido a su profesión, se relacionaba con la gente, y por supuesto con los denominados hippies. «Eran dignos de observar cuando se ponían a tocar en cualquier lugar los instrumentos que ellos mismos habían fabricado. Eran personas muy cultas que entendían mucho de música, pero también de otras disciplinas», recuerda Evelio Minuesa quien añade que, «fue una época digna de vivir por todo lo que supuso».