La Conselleria d'Educació del Govern aseguró ayer, a través del gerente del Institut Balear d'Infraestructures Educatives (Ibisec), Francisco Fernández, que el nuevo colegio de Sa Bodega no perderá espacio pese a la propuesta de conservación de los restos hallados en el solar: «Cambiaremos unos espacios por otros pero no se pierde superficie pedagógica, ni aulas; el colegio conservará todos los metros cuadrados, habrá una redistribución del espacio y, de hecho, se amplia un poco la entrada del colegio».
El gerente del Ibisec explicó que hubo una reunión anteayer con la asociación de padres de alumnos del colegio para explicarle los cambios.
Las obras del colegio estaba previsto que finalizaran en noviembre pero el hallazgo de los restos ha supuesto un retraso por lo que el Ibisec calcula que «en vez de empezar en enero de 2012, será después de Semana Santa».
A raíz de la resolución de la comisión de Ciotupha de museizar y poner en valor los restos hallados, arqueólogos, arquitectos y técnicos de la Conselleria d'Educació y el Ayuntamiento de Eivissa presentaron anteayer la propuesta para poner en valor los restos, algunos de ellos visitables.
Una vez que desde la Ciotupha se dé el visto bueno, «se dará la orden al arquitecto para que haga la modificación del proyecto».

Cambios
Estos cambian afectan a la cimentación para evitar que se rompa la estructura que se ha de conservar y, además, reubican la biblioteca ya que en el lugar en el que estaba previsto que se hiciera se encuentra el hipocausto.
El gerente aseguró, además, que habrá «que pactar con la empresa» ya que aumentará el coste del proyecto, aunque todavía no se sabe la cuantía ya que no está redactado. Fernández calcula que la obra, que lleva un retraso de dos meses, se pueda retomar en el plazo de un mes, una vez que la comisión de Patrimonio se reúna.