Nieves Castelló compra orelletes desde hace años y pensó en lanzarse a la aventura de elaborarlas para así no tener que comprarlas: «Me gustaría aprender y creo que este curso me vendrá bien. Hacerlas perfectas es complicado, pero creo que es cuestión de cogerle la práctica. Cuando tenga un poco de tiempo empezaré a hacerlas por mi cuenta». Igual que ella, alrededor de 20 personas asistieron al taller de orelletes jordieres, organizado por el grupo folclórico Sant Jordi, que tuvo lugar en las instalaciones del colegio Sant Jordi.

«Para hacer una buena orelleta es necesario azúcar, huevos, ralladura de limón, harina y anís. Se le puede dar forma a la masa con un rodillo o bien con ayuda de una botella», explicó a sus alumnas Esperança Marí, que hace orelletes desde que se prejubiló en 2005.

Además de aprender los pasos básicos para hacer este dulce ibicenco, los asistentes intercambiaron opiniones sobre las diferencias en cuanto a forma que existen entre las orelletes de Santa Eulària, Sant Josep y Sant Jordi, por ejemplo. En el primer municipio no tienen ningún tipo de elemento decorativo, mientras que en Sant Josep se hacen con dos cortes y la forma es más bien redondeada. Las jordieres, por contra, tienen una especie de lazo en el centro. «Son muy bonitas, por eso me he apuntado a hacerlas. Me gusta mucho aprender cosas de cocina. Soy de Sant Josep y allí no se hacen así», afirmó Antònia Ribas.

Cerca de la una de la tarde, alumnos y profesora empezaron a repartir las alrededor de 160 orelletes que habían estado haciendo durante toda la mañana.

Los actos del programa de fiestas de Sant Jordi continúan hoy con un taller de compostaje doméstico a partir de las once de la mañana en el colegio Can Guerxo.