Los consellers, Josep Mayans y Silvia Tur, en la rueda de prensa de ayer. | Guillermo Romaní

Los consellers de Turisme y de Medi Ambient de Formentera, Josep Mayans y Silvia Tur, anunciaron ayer que hace dos semanas, concretamente el 11 de abril, la Conselleria de Cultura del Govern remitió al Ministerio de Cultura la documentación y solicitud formal, que se debe mandar a la Unesco, para reclamar el cambio de nombre del bien declarado Patrimonio de la Humanidad, lo que, de facto, significaría la inclusión de la pitiusa menor en el consorcio que gestiona estos bienes y los fondos para su conservación y promoción.
Su propuesta es que 'Eivissa, Biodiversidad y Cultura' pase a ser 'Formentera y Eivissa, Biodiversidad y Cultura' atendiendo a que el primer elemento al que hace referencia la denominación es la biodiversidad y que esta se encuentra principalmente en Formentera.
«Este era el primer paso, aunque fundamental -dijo el conseller Mayans-, porque el Govern Balear es el interlocutor válido para presentar la solicitud de cambio de nombre ante el Ministerio de Cultura, que lo que ahora debe hacer es simplemente tramitar la petición a la Unesco,y esperamos que la próxima reunión de Patrimonio Mundial, que será en julio, se haga efectivo el cambio de denominación».
Según indicó Mayans, el Consell presentó todos los estudios que creía pertinentes, asesorados por la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, organismo asesor de la propia Unesco, «entendiendo que tenemos su reconocimiento en este tema, pero como nos han dicho siempre y desde un principio, ha de tramitarse por los canales pertinentes, petición que se ha hecho el pasado 11 de abril».

Año y medio de retraso
Por su parte, la consellera de Medi Ambient, Silvia Tur, mostró la satisfacción por la tramitación aunque recordó con cierta amargura que «llega más tarde de lo que hubiera sido deseable, pues la petición la trasladamos al Govern el 24 de septiembre de 2009 y no ha sido hasta hace dos semanas que han dado traslado al ministerio».
Pese a ello, Tur consideró que se trata de un paso muy importante porque «si la Unesco considera justificado el cambio de nombre, Formentera podrá a todos los niveles y en un cien por cien, hacer las gestiones en los organismos correspondientes ya existentes o de posible creación, fruto del cambio de denominación» ya que la declaración de Bien Patrimonio de la Humanidad no implica la existencia de un único organismo de gestión sino que «debe haber una gestión coordinada, por lo que Formentera podría en el futuro tener su propio organismo de gestión; pero esto es un debate que no es el más importante».
«El objetivo final del cambio de denominación que es que Formentera forme parte de la denominación y al mismo tiempo poder participar en la gestión», reconoció Tur.

Una inclusión que permitirá gestionar los fondos
Otro aspecto importante de la inclusión sería que «desde Formentera podamos decidir en qué se invierten todos los millones que están destinados a esta declaración de Patrimonio de la Humanidad y que desgraciadamente hasta ahora, desconocemos si alguno de estos euros se ha llegado a invertir en el patrimonio natural lo cual es muy lamentable», dijo Tur, que avanzó que en el momento en que prospere la petición «la situación cambiará drásticamente porque es necesario hacer inversiones en el patrimonio natural y en especial en la protección de las praderas de posidonea, en investigación y mantenimiento de este patrimonio».