El Consell está atravesando una difícil situación económica debido a la gran cantidad de dinero que le debe el Govern balear. Según explicó el conseller de Finances Corporatives, Tomás Méndez, la máxima institución balear les debe todavía ocho millones del año 2010, aunque prevé que en pocos días la deuda se reduzca a cinco.
Estos pagos se están haciendo mediante el método del confirming, un servicio financiero que ofrecen ciertas entidades. «Es la única posibilidad que tienen de hacerlo, ellos acuerdan con un banco y nosotros tenemos que pagar los intereses, pero preferimos eso a quedarnos sin dinero, además de que el coste financiero del confirming es más bajo que el de la póliza de crédito», explicó Méndez, que confía en que el Ejecutivo autonómico reduzca toda su deuda de 2010 próximamente.

19 millones
Esto es sólo lo de 2010, porque del primer trimestre de 2011 el Govern ya adeuda al Consell 19 millones de euros. «Siempre hay retrasos en el primer trimestre y esperamos que no se acentúen, ellos están haciendo el esfuerzo, tengo que agradecerle al director general del Tresor porque dentro de la situación en la que se encuentra nos intenta echar una mano», añadió el conseller, que indicó que ahora habrá que ver cómo se cobra lo de 2011.
En principio, sí que se ha recibido todo lo que viene por ley de financiación, pero nada de lo demás. «Nosotros estamos adelantando la financiación también de todos los consorcios y empresas públicas y este es el verdadero desastre», remarcó Méndez, que recordó que si el Ejecutivo autonómico «no cumple en tiempo y forma» les pone en «un grave aprieto». «A nosotros, el PP nos reprocha que tenemos morosidad, pero es que nosotros el año pasado pasamos 3,5 millones de adelanto a la financiación del Consorcio Sociosanitario de los que debería haber puesto dos millones el Govern. Además, de nuestra aportación inicial, que era 600.000 euros, pasamos a un millón. Milagros no hay en esta vida», dijo el conseller.

«Hemos sido más transparentes que nadie»
Respecto al pago a proveedores, el conseller dijo que harán una última reunión de morosidad antes de finales de legislatura y remarcó que han sido «más transparentes que nadie» porque han sacado a la luz «cosas que nunca se habían sacado». «No hemos escondido absolutamente nada», remarcó Tomás Méndez.
A principios de año el Consell debía 1,3 millones a proveedores y en el pleno de esta semana Méndez defendió que han cumplido el pago a 60 días, aunque no ha sido así en el caso de entidades que dependen del Consell.