Fueron muchas las personas que vieron la procesión por las diferentes calles de Dalt Vila.

Justo cuando se cumple una semana del fin de los actos litúrgicos de Semana Santa, que culminaron con la celebración del Lunes de Pascua, llega el momento de hacer valoraciones. Y para ello se reunirán todos los presidentes de las seis cofradías de Vila y hablarán sobre qué aspectos se podrían mejorar de cara al año que viene. Todo ello será comunicado al obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura.

Un tema que se hablará en esta reunión será cómo transcurrió la procesión del Santo Entierro, la más importante en Vila, que a diferencia de años anteriores fue un poco más lenta.

Cuestión de ritmo

«Fue una procesión un poco larga; había niños y gente mayor y para ellos fue muy pesada, también para los costaleros. Desde aquí quiero agradecerles toda su labor, entrega y lo bien que lo hicieron. Si no mejoramos el aspecto del ritmo, quizá venga a vernos menos gente cada año», explica Conchita Palau, miembro de la junta directiva de la cofradía Nuestra Señora de los Dolores.

«Nosotros acabamos a la una y media de la mañana. Tenemos que hablar para marcar un ritmo común, para que la procesión tenga más cohesión. Paramos muchas veces; por ejemplo, en el tramo de sa Carrossa, que son 100 metros, paramos siete veces, que son muchas», asegura Juan Antonio Serra, presidente de Nuestra Señora de la Piedad.

Para intentar mejorar este aspecto, Sebastián Cardona, nuevo presidente de Santísimo Cristo del Cementerio, explica que una posible solución sería marcar horarios de llegadas a Vara de Rey: «Nosotros, al ser los primeros, nos era complicado saber lo que pasaba detrás. Paramos varias veces porque los que iban detrás de nosotros paraban y si continuábamos dejábamos toda la procesión atrasada. Llegamos a nuestra parroquia a la una y veinte de la mañana. Hay que coordinar un poco el ritmo». Para Cardona, además, habría que instalar lavabos públicos en la plaza de la Catedral, puesto que los que hay en ella están cerrados.

Sin embargo, esta opinión sobre la lentitud no es unánime. «En líneas generales estoy bastante satisfecho con la procesión del Viernes Santo. Quizá no soy el más adecuado para opinar porque salimos los primeros de la Catedral y no sabemos lo que pasaba por detrás. Si ha sido lenta o rápida, no lo sabemos», cuenta Jesús Osuna, presidente de la cofradía Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Para Julián Izquierdo, representante máximo de Santo Cristo de la Agonía, hay que disfrutar: «Creo que fue bastante bien. A título personal, creo que la imagen se saca una vez al año y el tiempo que esté en la calle hay que disfrutarla». Para él, los actos de Semana Santa serían más completos si hubiera un Jesús Rescuitado para celebrar el Domingo de Resurección.

Por último, Antonio Torres, presidente de Santo Cristo Yacente, espera la reunión entre cofradías. «La procesión para mí fue bien, pero lenta. Nos reuniremos para hablar y saber si hubo algún problema».